Fueron los primeros grandes túneles que se construyeron en Bizkaia, con más de 1.330 metros bajo el monte del mismo nombre. El tráfico de vehículos pesados puede tener los días contados en Malmasin; la Diputación plantea vetar el paso de camiones por estos tubos, eso sí, siempre condicionado a la construcción de un by-pass que conecte la AP-68 con la A-8 y que suponga una alternativa de tránsito a esta infraestructura.

Es uno de los proyectos que se recogen en el primer borrador del futuro Plan Territorial Sectorial (PTS) de Carreteras de Bizkaia, que la institución foral espera aprobar esta legislatura. El primero se aprobó en 1999, revisándose once años después. No es difícil imaginar todos los cambios que se han producido desde entonces -a nivel social y económico, pero también legislativo, técnico, medioambiental...-, por lo que resulta imprescindible elaborar uno nuevo. 

El documento, que sirve de planeamiento global de las infraestructuras viarias a acometer en los próximos años -su horizonte temporal está fijado en 2035-, todavía no ha recibido el visto bueno del Consejo de Gobierno foral, paso previo a su aprobación en las Juntas Generales, por lo que su tramitación se antoja aún larga.

OTRAS INICIATIVAS

Aparcamientos disuasorios. Para mejorar la conectividad con el transporte público, se llevarán a cabo mejoras en aparcamientos disuasorios. Así, se ampliará y mejorará el que existe junto a la estación del metro de Plentzia y también el de la estación de Kastrexana. También se construirán nuevos junto a la estación de tren de Ugao-Miraballes, la futura estación de Usansolo de la línea 5, la estación de Traña de Euskotren, la estación de Euba también de Euskotren y en Boroa. 

El documento recoge más de 140 actuaciones, que van desde la construcción de nuevas infraestructuras a las rectificaciones de trazado, el aumento de la capacidad o la reducción del impacto del tráfico en el medio urbano y natural, además de variantes para despejar el tráfico de los núcleos de población o la creación de nuevos parkings disuasorios cerca de medios de transporte público. Las propuestas, distribuidas en sexenios -hasta 2019 y de ahí hasta 2035- suman inversiones por valor de 2.819 millones de euros. Eso sí, para llevarse a cabo, cada una de ellas debe contar con su propia tramitación y reserva de presupuesto. 

A nadie se le escapa la alta vulnerabilidad de los túneles de Malmasin, sobre todo en sentido Donostia, por la falta de rutas alternativas. Cuando ocurre un accidente en el tubo hacia Basauri que obliga a detener el tráfico o corta algún carril a la circulación, los conductores tienen pocas opciones para seguir con su trayecto. Están, además, “al límite de su capacidad”, según se recoge en el propio PTS. Un total de 60.815 vehículos circulan a diario por los dos tubos, de dos carriles cada uno, que se elevan a 69.158 los días laborables de lunes a viernes. De ellos, un 5% son camiones, unos 3.040 cada día. Es imposible habilitar más carriles para dotar de una mayor capacidad a esta infraestructura, ampliando la calzada de los túneles, por lo que la única opción pasa por construir un bypass que suponga una ruta alternativa. 

Esta nueva infraestructura conectaría el actual final de la Supersur, en Venta Alta, con el enlace de la A-8 en Basauri. Conllevaría la construcción de otro nudo en el entorno de las instalaciones del Consorcio de Aguas, para permitir que el tráfico que llegue desde Basauri pueda incorporarse a la AP-68 en sentido Gasteiz. 

El futuro plan hace también una estimación del coste que tendrían estas obras, 120 millones de euros, y un tiempo necesario de seis años para ejecutarlas. Lo deja plantea, eso sí, para el primer sexenio del plan, antes de 2029, y condicionado a su pago por uso. De hecho, se enmarca dentro del denominado plan determinista, que depende de los peajes como fuente de ingresos, en función de los costes de las estructuras a financiar.

No será el único tramo en el que se plantea que no puedan circular los camiones. La entrada en vigor de peajes para camiones en varias carreteras del territorio ha trasvasado el tráfico de vehículos pesados a autopistas de pago pero también hacia itinerarios ya sobrecargados o que no están preparados para soportar esos pasos, bien porque discurren por entornos densamente poblados o porque presentan una elevada fragilidad ambiental. Así, además de Malmasin, también se propone que los camiones no puedan circular por la antigua BI-737 entre Sondika y Larrabetzu; la BI-732 Durango-Abadiño; la BI-623 entre Mañaria y la muga con Araba; la N-634 Ibarsusi-El Gallo; la BI-2632, de Elorrio hacia Elgeta; la BI-3321, entre Berriz y Elorrio; la BI-707 de Loiu al aeropuerto; la BI-625 entre Zaratamo y el enlace de Arrigorriaga con la AP-68; las travesías de Arrigorriaga e Igorre; la BI-3530 en Artea, y el tramo de la N-240 Matiena-El Gallo.

Para ello, se prevén actuaciones que permiten recorridos alternativos. Así, por ejemplo, en la N-634, se plantean dos nuevos enlaces con la A-8, uno en Euba y otro en Zaldibar, para facilitar la conectividad entre ambas infraestructuras. Para la N-240 y BI-625, donde el objetivo es derivar los camiones a la autopista AP-68 -que no necesita mejoras-, se ha propuesto una variante entre Boroa y Lemoa, para reducir el tráfico por Usansolo, Bedia o Lemoa, que también será de pago y obligatoria para camiones, ya que no podrán circular entre El Gallo y Lemoa. 

Un túnel para evitar el alto de Santo Domingo

Los vehículos que todos los días suben y bajan el alto de Santo Domingo conocen lo incómodo que es, pese a las mejoras que se han llevado a cabo en el trazado, utilizar este acceso a Bilbao. La aprobación inicial del PTS de Carreteras propone la construcción de un túnel para evitar ese trayecto, que permita además habilitar un cruce más entre ambas márgenes de la ría. 

Actualmente, y hasta que se ponga en marcha el túnel bajo la ría, ambas márgenes se comunican únicamente a través del puente de Rontegi y, aguas arriba, el alto de Santo Domingo. Las dos opciones presentan importantes problemas de capacidad para albergar todo el tráfico actual y no es posible desdoblar la calzada actual debido a su trazado inadecuado tanto en planta como en alzado, con pendientes rondando el 10% de inclinación. Por ello, se propone habilitar un túnel que permita llegar desde el Txorierri hasta el capital vizcaina de forma similar a lo que ocurre con los de Artxanda, entre el enlace de Derio y el de Txurdinaga, con doble calzada. Sería, también como estos, de peaje, y su construcción se prolongaría durante seis años. Costaría 93 millones de euros.

No es la única actuación que se plantea desde esa zona noreste. El objetivo es cerrar una conexión de alta capacidad entre ambos lados de Bilbao, en un punto intermedio entre Rontegi y Erletxe, y que no atraviese el barrio de Bolueta como hoy en día; para el año 2035 se prevé que tanto Santo Domingo como Bolueta tengan intensidades de tráfico superiores a los 30.000 vehículos al día. Además de ese túnel, se recupera también la variante este, un vieja conocida de las planificaciones viarias, entre Miraflores e Ibarsusi, que cuente con doble calzada.