Las familias que pueden acceder a la vivienda destinan el 43% del presupuesto mensual a la vivienda y el 20% va dirigido a la alimentación. Estos datos están recogidos en el informe presentado por Cáritas Bizkaia de 2023.

La cuestión de la vivienda se ha convertido uno de los principales problemas, junto al empadronamiento, para las personas que acompañan. En un contexto social y económico que parecía haber dejado atrás las consecuencias del coronavirus, desde Cáritas señalan que "existe una realidad de precariedad, vulneración de derechos y soledad que persiste en nuestro alrededor".

En esta dirección han remarcado que "estamos construyendo una sociedad de dos velocidades, donde los grupos más desfavorecidos se están quedando atrás fruto de la desigualdad de oportunidades".

44% MÁS CARO

Desde la organización religiosa, apuntan que conseguir una vivienda de alquiler en 2023 es un 44% más caro que pagar por el mismo piso en las mismas condiciones en el año 2015.

La misma situación se ha reflejado en el acceso a la alimentación, aunque en este caso, el incremento de los precios "se ha producido de manera más súbita en apenas dos años, lo que ha golpeado fuertemente a las familias que ya vivían de manera precaria".

Ambas partidas son "especialmente críticas" por el alza de precios "que hemos observado en 2023 en los bienes básicos, la vivienda y los suministros".

En caso de las personas que acompaña Cáritas, los ingresos "apenas han mejorado" mientras que "los gastos se han disparado". "Las familias más pobres destinan prácticamente todo el presupuesto familiar a las dos partidas básicas".