Con cariño recuerda sus primeras partidas de ajedrez. Y es que con apenas 11 años, el durangarra y residente en Garai Rodrigo Sarralde jugaba con su hermano Diego. Tres décadas después de aquellos inicios ambos comparten hobby y lo hacen federados en Larrasoloeta Xake Taldea. Hace un par de semanas, Rodrigo se proclamaba campeón de Bizkaia en la modalidad de partidas rápidas disputado en Getxo. “Fue aita el que nos enseñó a jugar al ajedrez siendo niños y todavía seguimos disfrutando cada vez que jugamos. Nuestro padre aprendió solo, siempre ha sabido jugar y nos metió el gusanillo en el cuerpo. Esporádicamente juega y cuando puede suele venir a vernos; es bonito para nosotros. Han pasado treinta años desde que entramos en el club y seguimos disfrutando con ello”, reconoció Rodrigo, satisfecho con lo que le aporta esta disciplina a sus 41 años.

En la actualidad, Rodrigo está federado como ajedrecista de Larrasoloeta Xake Taldea y disputa partidas oficiales durante todo el año. El hecho de que se haya proclamado campeón de Bizkaia de partidas rápidas por primera vez ha supuesto un golpe de moral importante para el durangarra, que cuajó una gran actuación imponiéndose en diez partidas, empatando otra y sufriendo una única derrota en el polideportivo de Fadura. “Nunca había ganado esta modalidad rápida en la que las partidas duran como mucho diez minutos. La verdad que jugamos porque nos encanta, pero siempre motiva ganar. El ajedrez me aporta paz y tranquilidad porque cuando juego estoy concentrado y no pienso en nada mas. Lo considero un deporte mental. Los mejores jugadores del mundo están en plena forma física porque se nota que cuando juegas una partida de cuatro o cinco horas llegas a casa y estas destrozado. Estás dándole al coco y quema mucho”, describió sobre su exigencia.

En el apartado federado, Rodrigo defiende que para rendir a buen nivel hacen falta “motivación, ganas, tiempo y dedicación”. Profundizando en las partidas, desveló que “los inicios son teóricos, están ya estudiados”. El que tenga mas retentiva y más horas para estudiarlo puede sacar ventaja. Tampoco es lo mismo jugar con una amigo en el bar que luego saltar a la competición”, puntualizó.

Cantera

Inmerso en su cuarenta aniversario, Larrasoloeta Xake Taldea estuvo cerca de desaparecer antes de la pandemia. Y es que la falta de nuevos jugadores para garantizar el relevo generacional puso en riesgo su continuidad. Fue entonces cuando sus responsables decidieron crear la escuela. “Era una forma de reflotar el club; los niños fueron animándose hasta el día de hoy, que tenemos una quincena de chavales”.

En lo que a la escuela se refiere, Larrasoloeta abre sus puertas los martes en los bajos del polideportivo de Landako, en horario de 17.00 a 18.00 horas y los miércoles de 17.00 a 19.00 horas. Además, los socios y cualquier persona interesada pueden acudir los martes y viernes también para conocer y disfrutar del ajedrez. En el caso de Rodrigo, padre de un niño de 3 años y una niña de 6, “de momento no juega ninguno; alguna tentativa haré, pero tampoco me gustaría que se vean obligados. Quiero esperar un poco que sean ellos los que, de alguna manera, me pidan si quieren que les enseñe”, ahondó, sin ninguna intención de presionar a sus hijos.

Con el propósito de impulsar esta disciplina, Larrasoloeta seguirá organizando en verano partidas en fiestas como las de Murueta Torre por primera vez y las de Tabira o en Sanfaustos. “Es una forma de sacar el ajedrez a la calle y que se vea que en Larrasoloeta Xake Taldea se puede jugar y disfrutar”, recalcan ilusionados desde la entidad durangarra.