El 22 de octubre del año pasado publicamos en esta sección de Historias Montañeras el artículo titulado Hiru Haundiak 2023. El sábado anterior (14 de octubre de 2023) estuvimos siete montañeros en la cima de Gorbeia al paso de los mil participantes cogiéndoles el control horario de esta carrera de 101 kilómetros y 5.200 metros de desnivel positivo. La noche fue fría y ventosa, pero la conversación de Patxo Pozo mitigó las cinco horas de espera una vez concluimos con la puesta del control. Cito esto como homenaje a Patxo, que dos semanas después fallecía repentinamente el bilbaino, en Laudio, donde vivía.

El 19 de marzo me cité en la SEMI –club decano alavés de montaña que este año está cumpliendo su 75º aniversario– con los dos artífices de esta importante prueba deportiva: Eloy Corres y Jose Mari Cossio, ambos amigos. Seguido llegó Javi López, el tesorero, quien también tuvo mucho que contar.

El origen de todo

Curiosamente, a sus 26 años Eloy no tenía contacto alguno con la montaña, pero en junio de 1980 sube por primera vez a Gorbeiagana y ese día cambia su vida. Se enamora de nuestro deporte. Hoy en día ha escrito y publicado multitud de rutas y libros de montaña, guías en general.

Dos años después, en 1982 y desde Olarizu, modesta cota situada al sur de Gasteiz, observando al norte la alineación de aquellas tres montañas que le entusiasmaban –Gorbeia, Anboto y Aizkorri– se le ocurre la idea de unirlas sin interrupción en una travesía. Adquiere varios mapas de la zona y comienza a estudiar y trazar el recorrido. Por fin, el 15 de agosto de 1983, acomete el proyecto y logra el sueño de completarlo en compañía de un amigo. Un reto personal que colma sus ilusiones, pero sin transcendencia alguna, por el momento.

Contacto con la SEMI

Algunos meses más tarde, ya en 1984, Eloy entra en contacto con la SEMI formando parte de su Junta Directiva como tesorero y uno de los promotores de la creada Sección Korrikalari. La actividad de este negociado se centraba exclusivamente en el running y en las carreras populares por asfalto, tan en auge en aquellos momentos; nada de montaña. Sin embargo, Eloy continúa por su cuenta puliendo su proyecto Hiru Haundiak, algo que le seguía motivando. En 1987, intuyendo que habría muchas personas a quienes les seduciría de igual modo, traza un plan de organización y lo presenta en la Junta de la SEMI. Tras el asombro y escepticismo inicial, logra el asentimiento y comienza la andadura. El 28 de junio de 1987, a las tres de la madrugada, 223 personas (7 mujeres) parten ilusionadas hacia la cruz de Gorbeia; 88 consiguen terminar la prueba. El éxito es rotundo y el eco que alcanza en el ámbito montañero es extraordinario.

37 años y 11.176 finalistas

Se cumplen 37 años de andadura y 23 ediciones celebradas. Las 10 primeras cada año y a partir de 1998 de forma bienal. A lo largo del tiempo se han producido muchos cambios que han ido modelando la carrera. Respecto a los cuantitativos, basta echar un vistazo a la estadística y el paulatino incremento de participación hasta que, en 2021, por razones medioambientales, quedó reducida a un máximo de mil personas. Como esa cifra se triplica, es preciso hacer un sorteo.

Los cambios cualitativos han sido numerosos, intentando siempre adaptarse a los tiempos cambiantes y expectativas de los participantes: redes sociales de comunicación, nuevas tecnologías, equipamiento, regalos, avituallamientos, seguridad y asistencia...

La prueba comenzó siendo una marcha de montaña no competitiva, por patrullas y con el ánimo de cooperación y ayuda entre los participantes. El premio que obtenían los finalistas era su diploma con el tiempo realizado, algo que apreciaban enormemente y mostraban orgullosos en sus clubes, pero no se hacía clasificación por lo que no había ganador. Eso sí, se premiaba a los clubes con mayor número de finalistas. Además, existían unos puntos de corte a lo largo del recorrido, donde había que esperar si se llegaba antes de la hora estipulada.

Pero la rueda giraba, y el renacido auge de las marchas de montaña, el espíritu competitivo individual, la mejora de la forma física en general y la implacable máquina comercial propiciaron el comienzo de las carreras por montaña en la mitad de los años 90. Hiru Haundiak resistió unos años, pero finalmente optó por adaptarse. En 2000, 2002 y 2004 tuvo un apartado competitivo a la par de la marcha tradicional. A partir de 2006 todos iban con dorsal y aparecían clasificados. No obstante, siempre se ha intentado mantener el espíritu inicial de la prueba: un gran reto personal con enorme respeto por el medio.

La Sociedad Excursionista Manuel Iradier sigue apostando fuerte por este proyecto hoy plenamente consolidado; pionero y consolidado por el que ha trabajado intensamente durante estos 37 años y que representa una de sus más relevantes actividades.