Dentro de pocos días Erlantz Maruri cumplirá 20 años de edad aunque todo indica que este cambio de década vital no hará que desaparezca por arte de magia la evidente e incluso confesa timidez de este zierbanato, natural y vecino del barrio El Puerto, que acaba de editar su primer single, Esperando tu estrella caer y ya trabaja para producir y editar su primer disco con una docena de temas cuya letra y melodía ha compuesto él mismo. Es ahí, en El Puerto de Zierbena, rodeado de monte y mar, de la naturaleza que tanto admira y disfruta, donde este joven polifacético, que une a su faceta creativa como músico y compositor su formación agrícola –plasmada en el huerto ecológico familiar– y su pasión por la repostería, donde ha podido cumplir uno de sus sueños de juventud: editar su primer single –en formato digital– que ya ha situado en las principales plataformas digitales.

“Lo subí a mi canal de YouTube a principios de abril y ya van casi 500 visualizaciones”, apunta animado Erlantz que sabe que el mundo de la música “es bastante complicado”, como le ha explicado Francis Díez, líder de Doctor Deseo –del que se declara ferviente admirador y al que seguro irá a ver al concierto que en breve dará en la sala Santana–, o Mario Malattesta, que le ha enseñado algunos trucos para mejorar sus grabaciones en su pequeño estudio casero asomado al mar Cantábrico. “No me considero guitarrista, pero bueno, por lo menos me defiendo para componer las melodías que me surgen. Lo que pasa es que vas haciendo tus temas, tus canciones de todo tipo más o menos cañeras, rock, pop,... y llega un momento en que piensas: vale, estoy aquí con mi guitarrita en el txoko que es donde hago mis canciones, pero ahora, como lo cuelgo, dónde voy a grabarlo con un mejor sonido. Y ahora, ¿qué hago?”, repasa Erlantz Maruri quien llevó la edición del single en secreto hasta que tuvo lista la demo que quería grabar. “Mi familia no sabía nada porque estaba un poco temeroso de que no les gustara la canción. Afortunadamente no fue así y decidí seguir adelante”, comenta Erlantz que encontró la respuesta a sus dudas a través de un amigo que le recomendó a un músico de Madrid, Txema Benítez, voz y guitarra en Doxa Rock.

Febrero

“En un fin de semana a finales de febrero lo dejamos editado. Él ya había trabajado la incorporación de los instrumentos y luego yo aporté la voz y la guitarra y listo”, asegura este joven que contó con el apoyo de una familiar suya que vive en Madrid. “Ahora estoy intentando buscar algo más cercano para poder seguir desarrollando mi proyecto musical”, avanza este joven que antes de iniciarse en el mundo de la música mantuvo un contacto cercano con el mundo de las artes escénicas. “A mí de niño me gustaba mucho hacer monólogos y cosas así. Reuníamos a gente en el pueblo y bueno gustaba, así que estuve cuatro años asistiendo a la academia Arteka de Portugalete para coger confianza y soltura en el escenario”, recuerda Erlantz.

Una experiencia que le vendrá bien para cuando actúe en directo aunque de momento los espectadores son amigos y gente conocida que acude a alguna quedada en su txoko zierbanato. “Una cosa que tengo pendiente es poder juntarme con otros chicos y chicas que quieran hacer música porque así también se aprende y disfruta. Otros lo han hecho y espero tener la oportunidad”, plantea este reputado repostero amateur cuyas tartas de queso se han convertido en un postre muy reclamado en el restaurante El Marinero de Zierbena que dirige su aita Fernando. “Aquí sí que he sido totalmente autodidacta. La repostería me relaja bastante y la verdad después de mucha prueba y error he dado con unas recetas que me salen muy bien por lo que dice la gente”, señala este joven que también ayuda en el restaurante.

A menudo, en el establecimiento se benefician de su trabajo en un huerto familiar donde desarrolla su pericia como técnico de producción agroecológica que cursó en la escuela agraria de Derio. “Podía haber seguido porque hay formación muy interesante en paisajismo o gestión forestal pero a mí lo que me llama es la huerta”, apunta Erlantz que tiene claro que las cosas que hace las hace con pasión. Pasión como la que ha puesto en su primer single Esperando tu estrella caer, en la que habla del desamor. “Jugar con fuego es jugar con fuego; a veces hay que arriesgar; cuando mandan los sentimientos más que tu propio ser”. “No es autobiográfica”, advierte Erlantz.