La vejez aporta muchas cosas pero sobre todo años y eso en un ingenio mecánico es sinónimo de problemas o averías relacionados con el paulatino deterioro de sus componentes. Una realidad que desde hace un par de años sufren en primera persona y de forma reiterada los vecinos del Grupo Mendialde de Ortuella a quienes las escaleras mecánicas instaladas hace más de 20 años para salvar las inmisericordes cuestas generadas por una edificación salvaje se han convertido en un desagradable runrún. Una situación de la que es consciente el Ayuntamiento de Ortuella, cuya concejala de Obras y Servicios, Ainhoa Hernández, estuvo ayer a pie de obra con los técnicos de la empresa de mantenimiento de la instalación para conocer de primera mano el origen del problema y las posibles soluciones.

El Ayuntamiento tiene contratada a una empresa –algo más de 36.000 euros año– que se encarga del mantenimiento de varios ascensores y rampas municipales “y estamos a la espera de que la empresa nos ayude a determinar cuál es el origen de los ruidos que denuncian los vecinos”, señaló la edil jeltzale, quien empatizó con los residentes cercanos a las escaleras mecánicas “ya que los vídeos que nos han hecho llegar los vecinos ponen de manifiesto la problemática de los ruidos que deben soportar a lo largo del día y sobre todo, de noche”.

Renovación

En este sentido, la edil, que ayer mismo estuvo reunida con los técnicos de la empresa de mantenimiento de la infraestructura de accesibilidad, avanzó que de no mediar soluciones parciales que resuelvan el problema generado, “estamos dispuestos a pedir a la empresa que desmonte una de las escaleras porque fallan cuatro de los cinco tramos existentes, hasta dar con la causa del problema. Es posible que el problema que se dé en un tramo de las escaleras se reproduzca en el resto de los tramos”, planteó Ainhoa Hernández. La edil jeltzale reconoció que las incidencias sobre estas escaleras se han duplicado, lo mismo que el gasto en mantenimiento. El contrato es de unos 36.000 euros anuales, a los que en 2023 se añadieron otros 39.000 para sustituir diferentes elementos como pasamanos o rodamientos sin que se haya determinado el ruido, notorio en la “transición de lluvia a tiempo seco”, señaló la edil.