El transporte ferroviario de viajeros en Meatzaldea es hoy por hoy el talón de Aquiles de los miles de usuarios que a diario deben utilizar la línea de Cercanías de Renfe –la C2– para acudir a sus puestos de trabajos, sus centros de estudios e incluso disfrutar de su tiempo de ocio debido a las reiteradas incidencias que alteran este servicio que tan solo cuenta con la alternativa pública de Bizkaibus. Una situación que desde el Gobierno vasco se espera “revertir”, tal y como avanzó la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno del Gobierno vasco, Olatz Garamendi, en un acto celebrado ayer martes en el salón de actos del Palacio Olaso en Trapagaran. Un encuentro en el que Garamendi transmitió a los asistentes su análisis sobre el alcance que supone el acuerdo de transferencia del servicio de Cercanías y del que subrayó que “permitirá aumentar las frecuencias y recuperar trenes nocturnos, así como mejorar todas las infraestructuras muy deterioradas con el paso del tiempo. Una vez asumida la competencia, podremos mejorar, desde la gestión más próxima, el servicio que nuestra ciudadanía ha estado recibiendo hasta ahora”, sostuvo la consejera.

Tren nocturno

Uno de los aspectos que la ciudadanía de Meatzaldea tiene muy presente a la hora de valorar las mejoras a introducir en la gestión de esta línea, amén de la mejora de la propia infraestructura en sus vías, estaciones, apeaderos, catenarias, subestaciones o eliminación de pasos a nivel –para lo cual se ha acordado una dotación inversora de más de 400 millones de euros– es la oferta del servicio en sí que permita una interacción de doble sentido entre Meatzaldea y el resto de la metrópoli. “Hace años existía un tren nocturno que permitía a la juventud una alternativa que hoy no existe pasadas las once de la noche. Por ello es importante tener una gestión cercana del servicio que permita ser más ágiles también a la hora de implementar nuevas frecuencias y servicios que favorezcan a los usuarios”, valoró el alcalde de Ortuella, Saulo Nebreda.