La administración iurretarra está revisando y renovando la señalética actual de los caseríos de la localidad cuya instalación se llevó a cabo hace más de 13 años. Se trata de una actuación que cuenta con una inversión de 13.000 euros y, tal y como explicaron responsables municipales, “servirá para renovar el centenar de las señales existentes; reponiéndolas, limpiándolas y barnizándolas para protegerlas de la intemperie y alargar así su vida útil”.

En concreto, fue en el año 2011 cuando se redactó el proyecto de señalización rural, lo que permitió identificar y señalizar todas las casas o caseríos de los barrios iurretarras con su nombre. “En total, hay 105 puntos de señalización con poste y señal o flecha indicadora de madera y PHL, con el topónimo correspondiente. La mayoría de ellos cuenta con un soporte de madera y en algunas ocasiones están colocadas sobre pared”, apuntaron desde el Consistorio.

Por el momento ya se ha llevado a cabo una revisión y se han detectado deficiencias como señales rotas o desaparecidas, escudos desaparecidos; puntos inestables que hay que volver a recolocar o puntos en buen estado que, sin embargo, están ocultos por la maleza que hay que desbrozar. Además, se ha observado que todas las señales y postes están sucios por todo el tiempo que llevan colocados.

Señalización rural

El municipio iurretarra cuenta con cerca de una veintena de barrios dispersos. En este sentido, el proyecto de señalización rural llevado a cabo hace más de una década tenía como objetivo facilitar la localización a los distintos usuarios y distribuidores de servicios (carteros, repartidores, ambulancias...), identificar cada uno de los caseríos con su toponimia correspondiente y la puesta en valor de la denominación histórica de los mismos. Ahora, tras la revisión y renovación de todos ellos, se da un nuevo impulso a esa premisa.