60.000 metros cuadrados de suelo industrial que será descontaminados, 20 hectáreas de marismas que recuperarán su estado natural, acuíferos que volverán a estar limpios... El candidato a lehendakari del PNV, Imanol Pradales, defendió ayer jueves las “virtudes” que, en materia medioambiental, supondrá la ampliación del Museo Guggenheim en Urdaibai. Eso sí, reconoció que “probablemente” no hayan sido capaces, hasta la fecha, de transmitir a la sociedad los beneficios que el proyecto tendrá para la propia reserva de la biosfera.

En una entrevista concedida a Herri Irratia-Radio Popular, Pradales se volvió a referir ayer jueves al proyecto que se plantea, a través de dos sedes en Gernika y Murueta, para ampliar a Urdaibai la pinacoteca bilbaina y que se someterá a dos años de reflexión para ir cerrando cuestiones relativas a su diseño y llevar a cabo los trámites administrativos y urbanísticos necesarios para su construcción.

El candidato jeltzale a la Lehendakaritza recordó que, pese a tratarse de una reserva de la biosfera y, por tanto, “un lugar a proteger”, la zona acumula “problemas” desde el punto de vista ambiental. “El proyecto ayuda a solucionar algunos de esos problemas”, defendió. Y citó varios ejemplos en relación a estas cuestiones. La primera, la contaminación de suelos, que ha llegado a afectar al acuífero. La actividad cubertera llenó el subsuelo de compuestos organoclorados no solo en la antigua Dalia, donde está prevista una de las sedes, sino también en el elkartegi, donde se ubicaba Malta, y en toda la vega. “En la medida en la que recuperemos esos suelos, vamos a recuperar también el acuífero. Esa es una medida medioambiental en plena reserva que no hay que perder de vista, porque es una medida positiva desde el punto de vista medioambiental”, señaló.

El proyecto también permitirá recuperar varias hectáreas de las propias marismas, en la ría, que actualmente “están secas y plagadas de plantas invasoras”. Las actuaciones previstas permitirán devolver a su estado natural 20 hectáreas, el equivalente a 28 campos de fútbol. “Volverán a una situación que hace prácticamente dos siglos que no se ha producido”, destacó, añadiendo también la recuperación del ancho original del cauce en el entorno de Murueta, “que hoy está artificializado y hormigonado”, manifestó.

Frente a las críticas que, desde colectivos ecologistas, ha suscitado la iniciativa museística en la comarca de Busturialdea, Pradales, también diputado foral vizcaino de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, reconoció que “probablemente, no hemos tenido el acierto hasta la fecha de explicar correctamente algunas de estas cuestiones que me parece que son muy positivas”, por lo que considera necesario “hablar con más tranquilidad de medidas muy positivas para la propia reserva y que han quedado en un cuarto plano”.

Por último, englobó esta actuación en el plan integral de revitalización para Busturialdea y que permitirá a la comarca hacer frente a problemas que arrastra como el saneamiento y abastecimiento de aguas, o la generación de suelos de actividad económica. “Hay casi un monocultivo industrial, una única empresa que casi aguanta toda la zona. “Creo que hay que trabajar en el sentido de crear nuevas actividades económicas, nuevas empresas. Al final, las personas que viven en el ámbito de Busturialdea prefieren trabajar cerca de su casa que moverse”, defendió.