En un mundo como el actual, en el que prima la inmediatez frente a las iniciativas que suelen necesitar de algo más de tiempo, cocer a fuego lento un proyecto es una situación por la que pasan innumerables músicos. Más si cabe si, como en el caso del lekeitiarra Unai Egia, conocido artísticamente como Nabil, se compagina “con llevar una vida como la de todos los demás”. Hijos, trabajo, aficiones, momentos personales o familiares... suelen ser en ocasiones realidades vitales que hay que ir superando para poder sacar un trabajo discográfico. Pero, en el caso de Egia, un luchador contra viento y marea, vence estas circunstancias con esfuerzo. Acaba de publicar Margolana –el cuadro–, un EP compuesto por cinco canciones que mezclan el rock con otros sonidos.

“Un cuadro creado por el pintor Eneko Arruza” fue la fuente de inspiración para el músico lekeitiarra, que cuenta con amplia experiencia en este ámbito al haber formado parte de conocidas bandas como Txapelpunk, Mitosia, Ekon... “La experiencia está ahí. Desde luego la he ido acumulando durante bastantes años, algunos más que dos décadas”, según certifica. Pero eso no supone que uno se lance al ruedo y se embarque en un proyecto musical “con un sello más personal”. De hecho, Egia no ha querido “embaucar a más gente para que esté presente en el disco. Todos tenemos nuestras historias personales, momentos y demás. Y no he querido liar a nadie más que a mí mismo, no como en los discos anteriores en los que sí que he estado acompañado”. Ni corto ni perezoso, Nabil se presentará como “un hombre orquesta” para defender sus canciones. “Guitarras, voz, batería, loopers... Todo es mío. Como si fuera Juan Palomo, yo me los guiso y yo me lo como. El disco ha sido creado de esa forma y sí lo defenderé”, afirma graciosamente Egia. De hecho, ya tiene una fecha cerrada en el calendario para mostrar su disco Margolana. Será el próximo 27 de enero en la sala Azkue de Lekeitio, y a partir de las 19.00 horas de la tarde. En esa cita se podrán conocer las canciones que componen su disco y además, “durante el directo se proyectarán los tres videoclips que hemos realizado para Margolana, que han sido todos ellos grabados y realizados por Aitor Zugadi y uno de ellos grabado por Jon Azkorra, especialista en grabaciones con dron”.

Cinco temas

El séptimo trabajo discográfico de Egia está compuesto por cinco canciones: “Una oscura ciudad, despertando o ¿muriendo?, asfalto gris, farolas, lluvia... Algunas sombras caminan pensando, recordando lo que dejaron en su infancia, algunos sufren de soledad, recuerdos, amores de juventud... Todo eso es Margolana”, asegura el lekeitiarra, que agrega que en cuanto a lo musical, “el disco está grabado en formato rock” en contraposición a “mi anterior trabajo, titulado Sukar-ametsak (delirios), en el que aposté por un formato de cantautor clásico, de guitarra y voz”. Repite en una de las canciones, arropa las cuatro restantes “con batería, el bajo, la guitarra eléctrica y la guitarra acústica”. “Todas ellas han sido publicadas en cascada, una tras otra. Y el círculo se ha cerrado completando el disco”, afirma.

Es en los directos cuando se verá a un Nabil convertido en “hombre orquesta”. Guitarras –acústica y eléctrica–, tres loopers, bombo o pandereta de pie componen su grupo. Todo ello a su cargo, sin acompañamiento alguno. “Te da otro tipo de libertad –algo que siempre he tenido en los grupos en los que he estado, según detalla el propio músico– el hacerlo tú solo, sin ningún otro músico que te acompañe. Hasta ahora siempre ha habido quien me secundara sobre el escenario, pero en esta ocasión, he querido hacerlo yo solo, sin compañía”, apostilla. El resultado se puede escuchar en linktr.ee/nabilunaiegia.