Un estruendo sacudió hace 66 años la peña de Ranero. La explosión de la cantera de la que se extraía dolomía que transportaban sucesivamente a la estación de trituración actual parketxea de Armañon, mediante tranvía aéreo a la fábrica de Dolomitas (hoy museo) y de allí a “cerca de Altos Hornos para fabricar ladrillo refractario”, abrió un boquete en la montaña que permitió descubrir Pozalagua el 28 de diciembre de 1957. “Debió sonar más o menos así”, comparó accionando un botón Yaiza Ranero Peña, guía de la cueva, antes de iniciar ayer jueves la primera de las cinco especiales con motivo del aniversario. Más de cuarenta personas accedieron en la más madrugadora de la mañana. En todos los casos llevaron una linterna frontal como única iluminación. Se trata de la salida gratuita llamada Flashback que ya han organizado más veces, para meterse en la piel de aquellos que se toparon con las estalactitas excéntricas en plena oscuridad.

Linternas frontales fueron la única iluminación.

Actualmente, la cantera se ha transformado en un auditorio de excelente acústica que acoge en verano el festival de música de Pozalagua, relató a los asistentes: de la comarca y territorios limítrofes, como Ezkerraldea y Cantabria. Como una cuadrilla de Laredo y Santurtzi. Aunque la parte vizcaina ya conocía la cueva el recorrido resultó muy diferente. Una apreciación compartida por unanimidad a la salida.

Entre quienes vivieron la experiencia estuvieron Sonia Pérez, diputada de Transportes, Movilidad y Turismo de Bizkaia y Leire Sáez, directora de Turismo, así como alcaldes, alcaldesas y representantes políticos de Enkarterri y un grupo con diversidad funcional de la Asociación Montes Solidarios “con el objetivo de poner en valor la inclusión” en el sector turístico, informaron desde la Diputación.

Además, durante toda la jornada se pusieron a disposición de los visitantes “gafas de realidad virtual Oculus Meta Quest”, de forma que “con ellas, cada persona ha tenido la posibilidad de realizar un itinerario dinámico y diferente al interior de la cueva” y los tesoros que ocultaba hasta su hallazgo casual.

“Aquí necesitamos que llueva” para que la evolución del mundo subterráneo siga su curso, con las formaciones que datan de “hace cuatro millones de años” en una cueva que se remonta “a la época de los dinosaurios, hace 125 millones de años”, sigan creciendo “aproximadamente un centímetro cada cien años”. Pozalagua “no es muy grande, mide 125 metros de largo” y se mantiene a una temperatura “de 13 grados con una humedad del 98%”. Cuando la exploraron por primera vez había un lago poco profundo que no se ha podido recuperar.

23.000 personas este año

En lo que va de año Pozalagua ha desvelado su belleza a alrededor de 23.000 personas. Esta Navidad, al igual que otros años, el acceso será gratuito a la cueva y el museo Dolomitas para parados y paradas.