Son los primeros presupuestos de la era Etxanobe, sus primeros como diputada general tras acceder al cargo el pasado mes de julio. Y son también los únicos forales que se aprobarán para el año que viene en Euskadi. Tras la prórroga en Gipuzkoa y Araba por falta de apoyo, la de Bizkaia se convierte así en la única institución foral que contará con unas cuentas que podrá ejecutar en 2024. Las Juntas Generales han dado este viernes el visto bueno definitivo al proyecto, con los únicos votos a favor del PNV y el PSE, y las críticas de "rodillo" por parte de la oposición, cuyas más de 400 enmiendas parciales han sido desestimadas.

De esta forma, la Diputación dispondrá el año que viene con un presupuesto récord, el mayor de su historia, que alcanza los 1.830 millones de euros,1.599,1 sin contar con los gastos de personal. El área con mayor presupuesto es Acción Social, con 691,1 millones (el 43,2%), seguida de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, con 243,1 millones (el 15,2%), y Transportes, Movilidad y Turismo, con 209,3 millones (el 13,1%). Medio Natural y Agricultura dispondrá de 75,6 millones; Euskera, Deporte y Cultura de 66,2 millones; Hacienda y Finanzas de 65,9 millones, Administración Pública y Relaciones Institucionales de 84,2 millones, Promoción Económica de 78,5 millones, y Empleo, Cohesión Social e Igualdad de 85,1 millones.

Las apretadas mayorías forales, ahondadas en esta ocasión por la cercanía de las elecciones al Parlamento vasco que se celebrarán el próximo año, han forzado la prórroga presupuestaria en Araba y Gipuzkoa, diputaciones en las que el Gobierno conjunto de PNV y PSE no ha logrado sumar los apoyos necesarios para poder sacar adelante sus presupuestos. La situación es radicalmente distinta en Bizkaia, donde la ciudadanía otorgó en las pasadas elecciones foral 23 apoderados a los jeltzales y ocho a los socialistas; 31 apoyos en una cámara con 51 junteros, un respaldo suficiente para diseñar sus cuentas sin concesiones a la oposición.

"Respaldo de la sociedad"

Así lo han defendido desde las filas del PNV y el PSE. "Nos piden un cambio de rumbo cuando nuestro programa de gobierno, que está reflejado en este presupuesto, obtuvo el respaldo mayoritario de la sociedad el pasado mes de mayo", ha defendido el apoderado jeltzale Mikel Bagan, quien ha dado la vuelta a la tortilla a las críticas de la oposición por no haber aceptado ninguna de sus enmiendas y haber votado en contra de las cuentas tras haber pedido su devolución. "¿No les parece bien ninguna de nuestras partidas? ¿Quién no ha querido llegar a acuerdos?", se ha dirigido a EH Bildu, PP y Elkarrekin Bizkaia.

La apoderada de la coalición independentista Arantza Sarasola ha lamentado que, pese al cambio del equipo de Gobierno foral, los primeros presupuestos de Elixabete Etxanobe como diputada general "son iguales a los anteriores" y también lo ha sido el proceso de tramitación, "sin debate ni aprobación de enmienda alguna. Han seguido aplicando el rodillo de la mayoría". Para la juntera de EH Bildu, las prioridades del Ejecutivo vizcaino "están muy lejos de las de EH Bildu y, lo que es peor, de las necesidades de Bizkaia", pese a lo cual ha señalado que "es difícil creer que no haya ni una sola enmienda que pueda ser aceptable. De hecho, se hizo en 2016, 2017 o 2019".

Por su parte, desde el PP Diego Pagadigorria ha considerado que las cuentas del próximo año perpetúan "un modelo agotado" y ha defendido unas enmiendas "necesarias para redistribuir las partidas y dedicar todos los recursos necesarios a potenciar las que generan más riqueza, más empleo, más apoyo al comercio, más desarrollo económico, más inversión en las comarcas, más promoción del territorio y también más recursos para el área social". El popular ha centrado sus críticas en la política fiscal que, ha lamentado, "hace las administraciones sean cada vez más ricas y los ciudadanos y las empresas, cada vez más pobres".

Finalmente, Eneritz de Madariaga (Elkarrekin Bizkaia) ha advertido de que los retos a los que se enfrenta la sociedad precisan "mucho consenso social. Más allá de los intereses partidistas, en los próximos años serán decisivos para las bases del territorio. Van a necesitar más que los votos del PSE; van a necesitar incorporar ideas que, aunque no sean las suyas, serán muy necesaria para construir el futuro de este territorio".