A modo de balance de este 2023, desde la Asociación de Familiares de personas enfermas de Alzheimer y otras demencias de Bizkaia (AFA), alertan que en este año ha habido un "alarmante crecimiento de la enfermedad en personas con cincuenta años", algo catalogado por la asociación como la edad más temprana de la historia. Silvia Rodríguez, educadora social que forma parte de la AFA, atribuye este descenso de la edad media al diagnóstico temprano. "Se detectan casos más jóvenes de Alzheimer gracias al diagnóstico temprano", explica Silvia.

Hace no muchos años, era implanteable que las personas de cincuenta años ya padeciesen la enfermedad a una edad tan joven. "Antes se comentaba que los problemas podían llegar por estrés o ansiedad, ahora ya se sabe que es Alzheimer", puntualiza la educadora social. Desde la asociación, han trabajado para que las personas que sientan indicios de Alzheimer tengan acceso a ese diagnóstico temprano para poder empezar el tratamiento lo antes posible.

El estilo de vida –como en otras enfermedades– influye a la hora de una enfermedad se mantenga estable y controlada o en su defecto, se agrave. No es un cálculo matemático y varía según la situación de cada persona. Silvia recalca que el hecho de que un cuerpo se mantenga activo reducida las posibilidades de padecer la enfermedad –aunque no las eliminará– mientras que un cuerpo que apenas tenga actividad y que "lleve una vida sedentaria, tendrá más posibilidades de sufrir Alzheimer". Por lo que, aunque las personas sedentarias tengan más posibilidades de tener Alzheimer, tener una vida saludable no exime de la enfermedad. "Tener una vida sedentaria no quiere decir que automáticamente se vaya a tener Alzheimer aunque lo convierte en algo más probable", expone.

INDICIOS DE ALZHEIMER

Desde la asociación, comenta Silvia que llevan muchos años reivindicando la necesidad de que se llevasen a cabo las pruebas médicas a una edad más temprana porque, detectarlo de la forma más precoz posible, ayuda a que el tratamiento se inicie con la mayor brevedad posible. Aunque, matiza la importancia de que las personas sean conscientes de su día a día, y si empiezan a sufrir algunos de los síntomas más habituales, y sean prolongados en el tiempo, no dude y acuda a un profesional.

Entre los indicios más habituales, Silvia destaca las siguientes: la desorientación en las habitaciones de casa; no ser consciente del paso de las horas; olvidarse de fechas importantes; no recordar el nombre de alguien con quien se esté hablando; no querer relacionarse con las personas; volverse más apático con el paso de los días. "Si una persona que tiene 45 años presenta síntomas que puedan indicar Alzheimer se debe hacer la prueba".

AISLAMIENTO

La pandemia provocada por el coronavirus, generó una nueva situación a la que las personas que hacer frente desde los hogares, el aislamiento. Para Silvia Rodríguez, el Covid-19 no ha sido el que ha acelerado el problema. Estar horas y horas entre las paredes de los hogares provocó una nueva variante que puede acelerar la enfermedad pero, no solo el Alzheimer, sino cualquier tipo de enfermedad. "La incertidumbre por no saber que pasará puede afectar no solo al Alzheimer, sino a cualquier otro problema", expresa la educadora social y miembro de la Asociación de Familiares de personas enfermas de Alzheimer y otras demencias de Bizkaia.

Es por ello que, aunque la asociación finaliza el 2023 con un alarmante crecimiento de la enfermedad en personas con cincuenta años –la edad más temprana en toda la historia de la asociación–, se contempla con buenos ojos el diagnóstico temprano y la detección de la enfermedad a una edad más temprana para que el correspondiente tratamiento comience cuanto antes.