Desde el año 2011, el santurtziarra Gorka Urreiztieta ha hecho de la madera su forma de expresión. Han pasado ya doce años desde que se decidiera a hacer su primera obra tallando madera y su nivel ha ido mejorando hasta alcanzar unas cotas increíbles. Parte de su trabajo, unas 80 creaciones, se puede disfrutar hasta el próximo 4 de diciembre en la Casa Torre de Santurtzi en una exposición que está atrayendo a muchos santurtziarras. “Hay gente que ha venido que me conoce y se sorprende. Saben que tallo madera, pero al ver las obras... Pasado el tiempo sigo sorprendiendo a la gente”, explica Urreiztieta, quien a sus 70 años sigue aprendiendo día a día sobre la madera. “Con el tiempo uno aprende que no puede meter muchas horas seguidas en una misma obra porque, al final, el resultado es peor. Hay que trabajar con calma, sin prisa”, reflexiona el creador santurtziarra.

La muestra que se puede disfrutar en la Casa Torre santurtziarra tiene muchos guiños a la localidad marinera. Nada más entrar a la sala de exposiciones una sardinera de tamaño imponente da la bienvenida a los espectadores. No le falta ni un detalle y es una muestra del gran trabajo que realiza Urreiztieta con la madera como lienzo. “Quizá sea la obra que más me gusta”, reconoce este hombre nacido y crecido en Kabiezes. Por ello, no puede faltar entre su colección un paisaje del barrio santurtziarra que muestra cómo era esta zona de la localidad marinera entre 1950 y 1960. Sin lugar a dudas, muestra un Kabiezes muy distinto al de hoy en día y eso da pie a charlas y debates entre algunos de los asistentes a la muestra. “Oyes a grupos decir cómo era una cosa, la otra... Yo conozco muy bien Kabiezes porque nací y crecí allí y tengo ese paisaje muy marcado”, indica Urreiztieta, quien tiene en el mundo del remo una de sus grandes pasiones. Esa afición por el remo también se refleja en la exposición donde se puede contemplar una obra que muestra un remo con todo detalle, otra en la que se representa a un bogador y una última muestra una instantánea con una trainera a pleno rendimiento.

Todas esas obras son guiños y referencias a Santurtzi, pero del talento, la constancia y el trabajo de Urreiztieta sobre la madera también han salido obras que hacen referencia a otros lugares. Un ejemplo de ellas es El Árbol de la Vida, una obra realizada con el tronco muerto del cedro del Líbano que es el gran símbolo del Centro de Formación Somorrostro de Muskiz. También ha decidido inmortalizar estampas de Balmaseda, de la zona de La Punta de Sestao de allá por inicios del siglo XX y, también de la localidad cántabra de Castro Urdiales. “Para hacer esas obras, a diferencia de la de Kabiezes que me conocía el lugar de memoria, he tirado de fotos”, reconoce Urreiztieta.

Pero el arte del creador santurtziarra va mucho más allá de la realización de esculturas dedicadas a personajes y elementos y la creación de paisajes. En este aspecto, Urreiztieta tira en más de una ocasión del simbolismo para dar una mayor profundidad a sus obras. En una de ellas, el artista refleja el amor entre un abuelo y su nieto con dos manos entrelazadas con las que se siente tremendamente identificado puesto que las protagonistas son su mano y la de uno de sus nietos. “Esa obra es, sin lugar a dudas, una de las más especiales para mí de todas las que he hecho hasta ahora. Actualmente estoy intentando exponer en Bilbao, pero de momento no lo he conseguido. Ojalá pueda hacerlo algún día”, desea Gorka Urreiztieta cuyo arte y saber hacer con la madera se puede disfrutar hasta el próximo 4 de diciembre en la Casa Torre de Santurtzi.