El Museo de la Minería del País Vasco es una entidad sin ánimo de lucro que surge de una iniciativa social desarrollada a partir del año 1986, año en que se crea la Asociación Cultural Museo Minero, formada entre otros por ex mineros y trabajadores de la siderurgia la asociación se dedicó a recuperar y conservar los elementos que la actividad minera ha generado, como lo son vagonetas, herramientas, fotografías y documentos; con la intención de no dejar caer en el olvido esta parte de la historia de Meatzaldea Ezkerraldea

Una labor que ha ido sumando hitos a lo largo de estos años como puede observarse en las instalaciones del espacio expositivo de Gallarta donde reposan auténticas joyas de la siderurgia y la minería. Es el caso de una de las primeras máquinas mecánicas con motor de gasoil utilizadas para cargar las vagonetas y camiones de mineral de hierro arrancado de las minas.

La máquina fue adquirida en 1962 y estuvo en funcionamiento en las minas de Kotorrio hasta finales de 1970. “Esta herramienta es un símbolo del progreso tecnológico introducido en nuestro país durante la época aperturista de la dictadura. La incorporación de estas máquinas se tradujo en un avance de las mejora de las condiciones laborales y en una mayor facilidad en el desarrollo de la tarea de los trabajadores, que antes tenían que cargar el mineral con su propia fuerza”, destaca la documentalista del centro, Ana García, quien resalta el hecho de que “junto a este ejemplar apenas se conservan cinco más en Europa”.

Convenio

Un pequeño tesoro patrimonial que ha llevado al Museo de la Minería a unir fuerzas con dos importantes entidades locales para devolverle la vida a esta pieza histórica a través de un convenio firmado al inicio de este año 2023. En el acuerdo participa la empresa constructora Viuda de Sainz, mediante una colaboración económica de 20.000 euros que ha permitido al centro dar el salto y arrancar la recuperación de la máquina. De las labores de restauración se encarga Oruetagane S.Coop., un taller de calderería industrial situado en el Polígono Industrial de La Aceña (Galdames) que tiene en marcha su propio proyecto de promoción personal y profesional dirigido a jóvenes en situación o riesgo de exclusión social. El proceso de restauración avanza eficazmente, siguiendo la documentación, los planos originales de la excavadora y bajo la supervisión técnica del responsable de Oruetagane, el grupo de jóvenes ha dado por finalizada la primera fase de la restauración con el desmontaje de la estructura antigua y la instalación de la nueva, fabricada durante este último año por sus compañeros.

El plan de restauración abarca un periodo de cuatro años, ya que está dividido en cuatro fases determinadas por la inversión económica de 5.000 euros / año para cada parte de la intervención y por las necesidades de la mano de obra, en proceso de formación. La primera fase ha tenido como objetivo la construcción de la réplica de una nueva cabina y en las siguientes tres fases de restauración, la intervención será directamente sobre las partes originales conservadas de la excavadora: la pala mecánica, el chasis del tren de orugas y el interior (palancas de manejo, motor, etcétera). “Desde el Museo aspiramos a profundizar en su arreglo y alcanzar una recuperación de su mecanismo y puesta en marcha de la excavadora, trabajos para los que sería necesaria la prolongación o renovaciones de futuras colaboraciones económicas”, adelanta Ana García.

Este nuevo hito viene a sumarse a la larga labor de restauración llevada en elementos tan significativos como la jardinera que utilizaban los mineros de Agruminsa para bajar a al mina Bodovalle, varios unidades locomotoras para el arrastre de mineral o la singular colección de vagonetas de todo tipo y medida que hoy por hoy constituyen un fondo patrimonio único a nivel estatal.