Una feria que testa al Sector Primario

Que octubre es el momento propicio para testar el estado del Sector Primario es algo más que conocido. ¡Qué lo pregunten en Gernika-Lumo si es que existe alguna duda sobre ello! Con el Primer Lunes como salida y el Último Lunes como meta, el mes entrelaza citas ineludibles con un sector primario de Euskadi que, pese a los tiempos modernos traen transformaciones –cambios continuos en los métodos de producción, legislación cada vez más engorrosa, efectos del cambio climático, incremento de los costes, nuevas formar de hacer la compra...–, sigue resistiendo como gato panza arriba. Así lo mostrará en la villa foral, en cuyas calles se reunirán 307 productores en una jornada que volverá a arrastra a la localidad a numeroso público. La cifra de asistentes apunta a ser menor a los 125.000 asistentes recibidos el pasado año –récord histórico, según fuentes del Ayuntamiento–, cuando ya dejado atrás el fantasma del covid-19 se pudo volver a la plena normalidad. La razón es que la climatología puede pasar una mala jugada.

Gernika-Lumo vuelve a ser epicentro de un Sector Primario que siempre suele estar sumido en un mar de complejidades. Pero que siempre tiene una cita ineludible en la localidad foral que año tras año ve cómo el mundo de la agricultura ocupa sus calles. Y nunca falla a esa convocatoria. De hecho, todo está preparado para acoger a la jornada anual, desde las calles –el centro urbano de Gernika ya está ocupado por los puestos, siendo para ello cerrada a cal y canto al tráfico– como los dispositivos de seguridad –con la Ertzaintza y la Policía Municipal a la cabeza–, el dispositivo de limpieza posterior –en el 2017 hubo que retirar hasta 17 toneladas de desperdicios– o del transporte público –del que durante este lunes se encargarán tanto Bizkaibus como Euskotren–. En referencia a los puestos, la mayoría se situarán en la calle Artekale (66), mientras que otros 50 se instalarán en el Pasealeku, 42 stands en Industria, 30 en Juan Calzada, 32 en San Juan, 20 en Domingo Alegría y 40 en el parking de Santa Ana.

Si bien las predicciones meteorológicas no son para nada halagüeñas –Euskalmet vaticina un descenso en las temperaturas y riesgo de lluvias–, el Último Lunes de Octubre de Gernika-Lumo, el gran escaparate del sector agrario vasco que se desarrollará el próximo día 30 de este mes, parece no amilanarse. Desplegará un total de 307 expositores –una cifra parecida a ediciones anteriores– en el casco urbano de la localidad foral –principalmente en el eje que forman el Pasealeku, Artekale y Juan Calzada– y hasta ocho txoznas darán servicio a las decenas de miles de visitantes que suele tener la feria más importante del calendario en Euskadi. Los eventos organizados, en los que la subasta del mejor medio queso a los partidos de cesta punta en el Jai Alai, del concurso a la cita con los bertsolaris del momento, son fundamentales ya son de por sí suficiente banderín de enganche.

La organización del evento –el Ayuntamiento gernikarra, además de la BBK– ya ha dado algunas pinceladas en forma de datos que engloba el evento ferial. Habrá más de tres centenares de puestos –de los cuales 50 serán de artesanos, 39 de quesos, 29 de pan y pastel vasco, 25 de hortalizas, 20 de productos varios, 18 de txakoli, 12 de conservas y diez de miel–, nueve puestos de maquinaria, siete de productos elaborados con pato, siete de sidra, seis de frutas y plantas, cinco de lácteos y otros cinco de rosquillas... Casi nada para una jornada que, además, suele servir de termómetro para testar el estado del sector agrario vasco. Además, desde Gernika vuelven a recalcar que la calidad está asegurada, no en vano los productores suelen tener que sortear innumerables filtros para poder estar presentes. Asimismo, ya con la cita del Último Lunes de Octubre de Gernika-Lumo en marcha, deben de cumplir con varios preceptos, como son los inspectores que van auscultando lo que pasa en cada puesto. Y cabe resaltar que, como todos los años, los premios se otorgarán en diversas categorías, entre las que están las secciones de hortalizas, frutas, plantas ornamentales, txakolí, miel y queso.

Como manda la tradición, el centro de la localidad foral acogerá la mayor parte de los puestos, no en vano la céntrica calle Artekale contará con un total de 66 expositores –ahí se ubicarán los productores de txakoli, miel, plantas, sidra, queso y lácteos–, mientras que otros 50 se instalarán en el Pasealeku –principalmente los artesanos–, 42 en Industria –queso y pan–, 30 en Juan Calzada –hortalizas, frutas y maquinaria–, 32 en San Juan, 20 en Domingo Alegría –paté, conservas, miel, chocolate y cerveza artesanal– y por último, otros 40 en el entorno del parking de Santa Ana –donde se ubica la venta ambulante–. De la misma forma, ya está prácticamente perfilado el plan de seguridad que suele rodear la jornada, mediante un dispositivo en el que participarán efectivos de la Ertzaintza, Cruz Roja, los municipales o los bomberos. Serán más de 70 profesionales los que trabajarán conjuntamente para evitar accidentes imprevistos. En esta ocasión, se tendrá especial cuidado en los fuegos que podrían producirse en las txoznas.

Asimismo, la terna de cocineros que ejercerá de jurado en el Último Lunes de Octubre será importante. En la villa estarán afamados restauradores como Josemi Olazabalaga (Aizian Jatetxea), Zigor Iturrieta (Txoriene), Sergio Ortiz de Zarate (Zarate Jatetxea), Joseba Uribarri (invitado), Beñat Ormaetxea (Jauregibarria Jatetxea), Daniel García (Zortziko Jatetxea), Ana Martin (enóloga), Neskutz Aranzabal (Zallo Barri Jatetxea), Alex Duke (Grupo Alakrana) y Jabi Gartzia (Boroa Jatetxea). La mayor novedad de la jornada será que en esta ocasión habrá cambio en el conductor de la subasta del mejor medio queso de la cita ferial. José Antonio Bastegieta Marko dejará paso a otro responsable de la afanada cita –que suele llegar a alcanzar precios estratosféricos, ya que hasta 7.700 euros se han llegado apagar por media pieza– que se llevará a cabo a las 13.00 horas en el escenario frente al Mercurio, después de que se entreguen los premios. Será el turno de Luis Mari Bengoa, que ya tiene experiencia en esas labores.

Asimismo, cabe destacar que durante las próximas jornadas los operarios se afanarán en el montaje de los puestos que albergarán el Último Lunes, por lo que puede que los gernikarras vean alterado el normal discurrir del tráfico en la localidad foral. Pero un día es un día, y más si es una jornada tan grande como la de la gran cita ferial de Euskadi.