Enseñar al mundo una colección que has trabajado durante meses, en ocasiones incluso años, implica una infinidad de sensaciones, la principal: el vértigo. Sacar al mercado una prenda en la que has invertido mucho tiempo tanto despierto como dormido da miedo. Por ello, Thamyris Andrade creó el pasado junio en Sopela un espacio al que los artistas independientes pueden acudir a encontrar el camino a seguir. Y es que Fússume, más que una tienda, es un refugio para todo aquel que quiere vivir de sus creaciones.

Sobre la creación de Fússume, Thamyris cuenta que comenzó a trabajar en el mundo de la moda hace años centrada en el maquillaje profesional y tras una propuesta de una importante marca de moda por ser su directora creativa comenzó a compaginar su pasión con un nuevo trabajo. Tras aceptar el puesto, una lesión la obligo a estar en casa durante meses, sin poder moverse, y durante su recuperación fue cuando tomo la decisión crear Fússume. “Pensando en la moda decidí en volver al principio del todo, que era lo que yo quería”, relata.

Varios productos de artistas independientes en Fússume. Oskar González

Durante sus años entre bastidores conoció a muchos artistas independientes, sus historias, sus preocupaciones y sus miedos a la hora de intentar hacerse un hueco en el mundo de la moda, por ello, decidió crear un espacio donde tuvieran un lugar para mostrar sus creaciones al mundo teniendo siempre a alguien sosteniéndoles la mano. “No solo valoramos lo que es el nivel académico, o la fama, oel estatus, sino que para nosotros es súper importante que tengan creatividad, un proyecto innovador y que realmente pueda sorprender al público y pueda proporcionar ese punto diferenciador”, señala la fundadora de Fússume.

En este espacio se trabaja en exclusiva con una gran cantidad de diseñadores de Euskadi y con otros del Estado. “Tienen mucho miedo y procuramos dar una pequeña asesoría para decirles cómo tiene que ser todo, les explicamos qué es lo que más sale y les damos consejos”, relata. En este sentido, desde Fússume apuestan por lo atemporal ya que de esta manera “las prendas pueden vivir todo el año”.

Según explica, a la hora de hacer la venta al público procuran contar la historia que hay detrás de cada producto, explicar qué se está llevando y para qué fines se han hecho. “Tenemos ropa que se ha creado exclusivamente para quienes teletrabajan, para que puedan estar trabajando en casa pero a su vez puedan bajar a la calle, ropas básicas pero que tengan diseño; algo más elegante que lo que sería un básico por si tienes una reunión on line”, detalla.

Thamyris asegura que en Euskadi sí hay hueco para la moda. “Estamos súper sorprendidos de la calidad que nos llega de mano de los artistas y cómo triunfan sus diseños. Ha venido mucha gente para vestirse para recoger premios, para rodar videoclips…”, afirma.