¿Quién no ha jugado alguna vez con algún muñeco Playmobil? La infancia de muchos niños ha estado marcada por este juguete que jamás se pasa de moda y continúa generación tras generación. Entre los apasionados por las figuras Playmobil está el berriztarra Peio Agirre. No en vano, desde hace ocho años comenzó una curiosa afición: customizar a mano muñecos Playmobil en su casa. En la actualidad cuenta con más de 200 figuras diferentes a las que ha ido tuneando. Esas pequeñas piezas se han convertido en músicos, deportistas, dibujos animados, actores y seres mitológicos, entre otros muchos personajes. “Siempre han estado muy presentes en mi vida. De niño jugaba con muñecos Playmobil y ahora me gusta customizarlos. La verdad que todo ha cambiado mucho hoy en día. Ahora los niños tienen de todo; cuando éramos pequeños solamente teníamos el balón, la pelota y muñecos Playmobil que empezaron en los años 70”, repasa sobre su infancia.

La casa de Peio está llena de estas pequeñas figuras que dejan volar su creatividad e imaginación en su tiempo libre. El hobby de customizar Playmobil comenzó a raíz de un viaje a Andalucía. Fue allí donde descubrió una maqueta de una procesión en la que los protagonistas eran los míticos muñecos y no faltaba ningún detalle. “Estábamos de vacaciones y me quedé sorprendido al ver lo que habían hecho con los Playmobil. Allí no faltaba nadie: estaban todos los pasos, los santos, portadores… Me pareció una idea muy buena y se me ocurrió hacer lo mismo, pero con los dantzaris de Berriz”, recuerda.

Dicho y hecho. Peio se puso manos a la obra con la intención de customizarlos. Como berriztarra y dantzari que es le hacia especial ilusión transformar los míticos muñecos en bailarines. En este sentido, reconoció que “más de medio pueblo de Berriz es o ha sido dantzari; la edad no me permite bailar tanto como de chaval, pero sigo bailando. Los primeros dantzaris me costaron bastante hacerlos. No me quedaron tan bien, pero luego poco a poco vas perfeccionando la técnica y les coges el truquillo. Después fue cuando me fui animando con los dantzaris de Lekeitio y Lesaka”, comenta.

La cultura está muy presente en el día a día de Peio. Más allá de las danzas vascas, también disfruta de su afición a la música tocando el bajo en el grupo Haize Arrosa, de Berriz. Y sus compañeros de grupo se han convertido en figuras de Playmobil ya que tal y como razona Agirre “también somos personajes”. En su colección tampoco podía faltar la banda de rock y heavy metal Kiss, las mascaradas de Iparralde, cabezudos y una amplia temática relacionada con el mundo del Carnaval. En el apartado de todo un poco, mención especial a Mazinger Z, Torrente, La matanza de Texas, la mujer jirafa, el protagonista de Pesadilla antes de Navidad, Son Goku, el inspector Gadget o el delantero del Athletic Asier Villalibre con su trompeta y la ikurriña, entre otras creaciones. “Uno no deja de pensar en posibles ideas para seguir transformando muñecos. Entre empezar y terminar suelo tardar aproximadamente una semana. O también pueden ser horas ya que depende porque las piezas las hago a mano con masilla, pinto, dejo secar y hay que esperar para poder seguir. Es complicado calcular el tiempo exacto. Esto para mí no deja de ser un hobby; me pongo en la mesa con las pinturas, la música y a relajarme. Hay gente que está empezando a tirar de la impresora 3D, pero para mí pierde toda la gracia; me gusta hacer las piezas a mano”, reivindica.

A la hora de diseñar a sus muñecos en miniatura hay que tener en cuenta detalles como que los brazos del Playmobil son rígidos. En este sentido, si por ejemplo “quiero hacer un txistulari que está tocando su txistu, lo hago con un decapador dándole calor y poquito a poquito voy doblándolo, pero sin partirlo”, detalle sobre uno de los procesos que suele tener que realizar para crear un nuevo personaje.

En la actualidad, Peio también se anima con el Playmobil personalizado. Y es que son bastantes las personas las que le mandan una foto para recrear su propia figura en un muñeco. Este tipo de solicitudes aumentan considerablemente en épocas del año como Navidad. Curioso también fue el regalo de boda que le pidieron los amigos de una pareja que se casaba. “El novio era de Iruñea y la novia de Sevilla. Querían que les pusiera con sus trajes de fiesta y les puse con el de sevillana de lunares y el de San Fermín; así customicé sus muñecos y terminaron encantados”, rememora.

Futura exposición

Agirre reconoce que “hay bastante afición a los Playmobil”, por ello no descarta la posibilidad de exponer parte de sus muñecos en la casa de cultura de Berriz. En estos casos y para evitar que la gente pueda tocarlos, suelen cubrirse con metraquilato. “Llevo tiempo barajando esta posibilidad. Nada mejor que poder hacerlo en Berriz; me gustaría dar a conocer parte de la colección porque es algo curioso de ver y este tipo de exposiciones suelen tener bastante éxito”, avanza este artista de minuaturas.