Los ingredientes clásicos de las Paellas de Aixerrota, cocinados durante 68 ediciones –ahí es nada– volvieron a estar sobre la mesa este año: amistad, unión, reencuentros, familia, concurso, adornos, disfrute, buen rollo, música, danzas… Pero la lluvia quiso sumarse a la fiesta. Nunca está invitada y encima esta vez llegó acompañada por el viento, que cuando sopla en este enclave que mira a La Galea lo hace siempre con ganas. Eso deslució por la mañana la querida celebración getxotarra, acostumbrada en los últimos tiempos al sol en el cielo. Fue todo más incómodo para la presentación de los platos y hubo menos asistentes, pero, aun así, este evento fue enorme y volvió a demostrar el cariño que despierta. Además, el tiempo mejoró para la digestión.

Se habían convertido en las Paellas poselectorales, porque la cita con las urnas del 23-J provocó su traslado en el calendario y muchos se acordaban de eso ayer martes, puesto que el domingo hizo bueno. “¡Es culpa de Pedro Sánchez!”, bromeaban en la cuadrilla Maritxu. En efecto, la mañana desapacible se coló en casi todas las conversaciones y dejó en casa a muchos de los curiosos que se suelen acercar hasta las campas de Aixerrota. Eso sí, sus fieles no fallaron: el centenar de grupos participantes en el certamen gastronómico y todos aquellos de Algorta que no se pierden este día por nada del mundo estaban allí, sufriendo los embites del tiempo, que al menos no fueron de continuo y desaparecieron por la tarde.

La juventud de la zona no oficial también lo dio todo pese a las chaparradas y las molestas ráfagas de viento en el primer tramo de la celebración. En esos momentos tocó estar más dentro de los toldos que fuera y que de paseo de un sitio para otro, como tanto gusta... ¡Qué se le va a hacer!

Pero después de comer, los claros se abrieron paso y hasta el sol quiso asomarse. Por lo que en el segundo asalto de Paellas, el panorama cambió. El tercero y el cuarto se desarrollaron (mucho) más allá del cierre de la edición de este periódico... Y es que esta jaia, para muchos, no tiene hora de clausura.

La lluvia no impide celebrar la fiesta de las paellas en Getxo

La lluvia no impide celebrar la fiesta de las paellas en Getxo José Mari Martínez

Lamentablemente, la lluvia fue muy inoportuna porque le dio por hacerse notar justo en el periodo de presentación de las paellas, de 13.30 horas a 14.30 horas. Así que los jueces tuvieron un papel más complicado y también los jóvenes de Itxas Argia que se encargan de colocar y retirar las paellas. Y la tarea de los propios concursantes fue todavía más ardua, ya que los últimos pasos para terminar el arroz fueron un poco locura. Muchas cuadrillas metieron como pudieron las paelleras dentro del toldo, otras intentaron resguardarlas con paraguas, pero con ese viento lateral… Salieron muchos arroces caldosos, vamos.

Con todas y ella, las paellas a concurso, esas que se comen por los ojos, fueron estupendas. Las decoraciones volvieron a sorprender y asombrar. Hubo un Puente Colgante de regaliz, berenjenas que eran ballenas, brócolis a modo de árboles, una rana-melón, una sandía-tiburón, un trofeo gigante a base de macarrones, una iglesia de galletas, huevos cocidos como piratas… Un placer para la vista.

Lo que cada vez son menos habituales son las decoraciones que no son comestibles, ya que esas no puntúan. Por eso apenas se ven ya construcciones de cartón, madera, plástico… Pero lo que más valor tiene es lo ricas que están las paellas y cómo está el grano. “La presentación son 10 puntos, el punto de arroz, 20 y el sabor, otros 20”, recordó Juan Carlos de Miguel, miembro del jurado desde hace más de veinte años. “Siempre hay un elevado nivel”, ensalzó. También estaba entre estos paladares decisivos la cuadrilla Malakate, ganadora del concurso en 2022. Así que el próximo año tendrá también capacidad de votación Kas Galea, triunfadora ayer martes. Hoberen-tzun y José’s Taldea fueron el segundo y tercer clasificado, respectivamente, en un certamen que repartió más de 60 premios.

Ambiente infalible

El clima no fue el mejor, pero el que generan los asistentes siempre lo es. Es la fecha marcada en rojo. El día D. “Es una pasada. Es algo muy especial”, admitían en la agrupación Maritxu. “Es una fiesta única; pensamos seguir viniendo hasta que tengamos 100 años”, afirmaban en Kinitosegis. “Antes veníamos con nuestros padres; ahora venimos con nuestros hijos y esperemos que ellos continúen viniendo dentro de unos años”, destacaban las mujeres de Belarri Trakatra. Así lo viven, así lo sienten los getxotarras y, sobre todo, los de Algorta. Enseguida llegan ya los Saninazios, pero... Paellas es otro cantar. Rostros conocidos como el surfista Kepa Acero, el exciclista Roberto Laiseka, el ex jugador del Athletic, Joseba Garmendia, el exfutbolista, Gontzal Suances, el director deportivo Gari Fullaondo, así como miembros del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Getxo fueron algunos de los que se apuntaron ayer al festejo incomparable de Aixerrota.

Y toda esta celebración suprema, que suele congregar a unas 30.000 personas (ayer martes fueron menos), es posible gracias al esfuerzo de Itxas Argia, la organizadora de este evento desde siempre y en cualquier circunstancia, como con las Paellas virtuales que obligó a inventarse el coronavirus. Cerca de 400 toldos ignífugos ocuparon la zona oficial y la juventud se apoderó de los terrenos del Bronx con sus llamativas casetas-discotecas. Aquello es otro rollo. Aquello es otro mundo. Aquella es otra fiesta en la que la música suena a tope, los podios entran en escena, hay barras de bar y el reloj no tiene fin... Es esta parte la que suscita mayores voces en contra en los últimos años, entre otros motivos, por su impacto medioambiental. Por eso el entorno del pinar está balizado y no es posible colocar las casetas allí.

Y hoy empiezan ya las labores de limpieza tras esta gran celebración, con un operativo reforzado de 35 personas, con una retroexcavadora, dos camiones grandes para la retirada de madera con grúa, y en total, alrededor de veinte vehículos (camiones con carga lateral, uno bicompartimentado, camiones cuba, barredoras…). Los trabajos se extenderán durante hoy miércoles, mañana jueves y el viernes, momento en el que se derribarán las casetas de la zona del Bronx. Además, muchos de los jóvenes acuden a ayudar.

Las cuadrillas

Belarri Trakatra José Mari Martínez

Belarri Trakatra. “En 45 años, es la vez que más frío estoy pasando”, comentaba por la mañana una de las mujeres de esta cuadrilla. Pero nada fastidió esta jornada especial en familia.

Triciadoras José Mari Martínez

Triciadoras. Estas jóvenes getxotarras estuvieron disfrutando de la celebración de Paellas junto a sus padres en la zona oficial, aunque, tal y como reconocieron, se pasaron también por el Bronx.

Veteranos del Getxo Rugby. José Mari Martínez

Veteranos del Getxo Rugby. Encontrarse con unos y otros, compartir recuerdos, darse efusivos abrazos, reír... Es lo que propicia Paellas y es lo que les pasó a estos ex jugadores del Getxo Rugby.

Las Perris José Mari Martínez

Las Perris. “No concursamos, pero no es porque nos salga mal la paella, ¿eh?”. Este grupo es uno de los muchos que prepara el arroz a su aire y disfruta de este día a tope.

Los datos

Ganadores

Concurso. Este evento se ve rodeado por la gigantesca fiesta que se monta, pero el factor fundamental, el germen, es el concurso de las paellas que se decoran de forma asombrosa. Los criterios de evaluación priman la exquisitez frente al aspecto visual. De esta manera, el punto del arroz se puntúa de 1 a 20; el sabor, también de 1 a 20; y los adornos, de 1 a 10. En la edición de ayer, la 68 de este certamen internacional, ganó la cuadrilla Kas Galea; en segunda posición quedó Hoberentzun y en tercera, José’s Taldea, unos habituales del podio.

Adornos

Muy originales. Pese a que la lluvia aguó un poco la fiesta a la hora de presentar las paellas ante los jueces, se pudieron ver decoraciones de lo más asombrosas, como el Puente Colgante de regaliz de José’s Taldea, una copa gigante hecha con pasta, una iglesia de galletas, huevos cocidos como piratas... Si las decoraciones no son comestibles, no puntúan, así que el trabajo es mayor y requiere de más imaginación y maña.

Más actos

De Itxas Argia. El concurso es el acto principal del programa festivo que elabora Itxas Argia, pero hay otras actividades esparcidas durante la jornada, como la exhibición de danzas a cargo de los bailarines más txikis del grupo o la romería de Urrats.

El ‘Bronx’

Zona ‘no oficial’. En el recinto oficial, Itxas Argia reparte cerca de 400 toldos, pero después, en la zona aledaña, los jóvenes montan su fiesta particular ajenos a quién gana el concurso o cuántas paellas se presentan. Es la parte conocida como el ‘Bronx’ y en ella se construyen grandes casetas o txosnas que parecen discotecas: la música suena a todo trapo, se crean barras y podios...

Limpieza

Tres días. Hoy, mañana y el viernes se llevarán a cabo las tareas especiales de limpieza para borrar el rastro de la fiesta, tanto en el recinto ‘oficial’ como en la ‘no oficial’.