¿Se puede vivir siendo streamer en Bizkaia?

Ser streamer y hacer directo es sencillo, simplemente se necesita un ordenador con el programa necesario para emitir y conexión a internet. Lo complicado viene cuando se necesita algo extra para diferenciarte del resto y ser visto por los usuarios de la página. Casos como el del éxito obtenido por el bilbaino Ibai Llanos, sucede una vez cada miles de millones. El dato real que se vive día a día en la plataforma más usada por los usuarios, que es Twitch, se conoce de manera oficial que un porcentaje superior al 90% tiene tres espectadores de media, generalmente suelen ser personas de confianza del streamer, unos números que no dan prácticamente beneficios.

Las plataformas de streaming aumentaron los espectadores desde los 102.000 hasta superas los dos millones y medio

En la mayoría de los casos, para mejorar la zona en la que se elaboran los directos, el streamer opta por invertir una cantidad de dinero que no se sabe si va a tener retorno. Por ello, creadores de contenido de renombre, recomiendan que la inversión no sea demasiado elevada ni perjudique a la estabilidad económica, dependiendo de las capacidades de cada persona. Aseguran que lo mejor es empezar con los medios que dispongas, y a medida de que crezcas en la plataforma, comiences a invertir usando los beneficios obtenidos gracias a tu propio trabajo.

Una vez se consiguen los primeros espectadores, mantenerlos no es tarea sencilla. Aquí es donde entra en juego el factor suerte, algunos streamers optan por mantener el mismo juego por miedo a que el cambio provoque rechazo, mientras que otros, sin miedo al éxito, deciden variar los juegos que muestra en su directo.

El dinero que generan las plataformas provoca contratos millonarios, XQC, cobrará 100 millones por dos años de directos

Además de la propia creación del contenido, entran en juego dos factores que es el sustento del propio streamer en el factor económico, las suscripciones y la publicidad. El primero de ellos puede variar según el contrato, 50/50 es lo habitual, mientras que los privilegiados de la plataforma, disponen de un 70/30. El segundo varia según los minutos por hora que se emitan y la cantidad de espectadores que estén presentes en el streaming en el momento. Entrar a un canal en directo y encontrarse anuncios puede generar rechazo e incluso un espectador menos puesto que este cierra la página. Por ello, seleccionar el momento óptimo es beneficioso para ambas partes, streamer y espectador.

Evolución plataformas ‘on line’

La pandemia mundial provocada por el coronavirus dejó paralizada a toda la población en sus hogares, fue entonces cuando las alternativas de entretenimiento on line crecieron considerablemente.

Las plataformas de streaming aumentaron el número de espectadores de forma inesperada y masiva, de 102.000 espectadores de media llegaron a superar los 2 millones y medio en apenas 8 años. En aquel momento, la plataforma por excelencia era Twitch, algo que a día de hoy se mantiene vigente.

Con el paso de los años, han ido surgiendo plataformas, véase Facebook Gaming o Mixer, quienes a corto plazo ofrecieron grandes cantidades de dinero a streamers con el objetivo de competir en el mercado con la plataforma líder, Twitch. En los últimos meses, ha surgido una nueva plataforma, Kick, que apuesta por una continuidad real ofreciendo mejores condiciones a sus creadores de contenido, ya ha arrebatado a referentes de Twitch, entre los que destaca el contrato multimillonario del estadounidense XQC, quien cobrará 100 millones de dólares por dos años en la plataforma.