PNV y PSE han firmado este martes el acuerdo para gobernar conjuntamente la Diputación Foral de Bizkaia. El pacto se ha cerrado in extremis, apenas unas horas antes de que este miércoles, la jeltzale Elixabete Etxanobe, sea nombrada diputada general del territorio, y su contenido es muy similar al que ya suscribieron ambas formaciones hace cuatro años, tanto a nivel programático como de reparto de departamentos. De hecho, los jeltzales seguirán encabezando siete departamentos, mientras que los socialistas se mantendrán al frente de dos, cuyos nombres variarán en este mandato.

El acuerdo persigue "garantizar la estabilidad institucional" y "dar respuesta a los retos a los que se enfrenta el territorio y la sociedad vizcaina". El pacto, que se hará público este miércoles en el pleno de investidura de Etxanobe, recoge diez ejes compartidos que guiarán la actuación del Gobierno foral a lo largo de la legislatura 2023-2027. Así, "apuesta por el bienestar económico, la generación de empleo estable y de calidad, y por la cohesión social". En el decálogo se recogen medidas para crear nuevas oportunidades para la juventud, así como para avanzar hacia la igualdad real y efectiva de mujeres y hombres.

De igual modo, el acuerdo también establece seguir priorizando el transporte público de calidad y una movilidad más sostenible para la cohesión de Bizkaia, por lograr un equilibrio territorial y comarcal, y por un territorio más verde, sostenible y habitable. Se establecen medidas para el impulso de la cultura, compromisos en materia de fiscalidad y la apuesta por lo público, "así como por una administración eficiente, moderna y cercana".

"Un valor en sí mismo"

Ambas formaciones destacado, tras alcanzar este acuerdo, que la estabilidad institucional en Bizkaia "es un valor en sí mismo que genera confianza a todos los niveles en la sociedad. La estabilidad institucional y política genera garantías para que la calidad de vida de nuestra sociedad vaya incrementándose y se extienda a todos los colectivos y personas del territorio".

Apenas cinco días después de las pasadas elecciones municipales y forales del 28 de mayo, jeltzales y socialistas reeditaron el acuerdo que mantenían para gobernar las principales instituciones vascas y según el cual acordaron facilitar la conformación de Gobiernos de coalición en el conjunto de las diputaciones forales y de los ayuntamientos de Euskadi, apoyando a la lista más votada.

Pero, tras ese acuerdo paraguas, en cada institución tocaba bajar a tierra y concretar los pactos uno a uno, tanto a nivel programático como a nivel de estructura y reparto de los diferentes áreas o departamentos. Así se ha hecho ya en los ayuntamientos vascos, cuya constitución se celebró el pasado 17 de junio, y también en las diputaciones forales de Araba y Gipuzkoa.

Con 23 apoderados, dos menos de los que les garantizarían la mayoría absoluta necesaria para gobernar en solitario, el PNV volvía a necesitar del PSE para garantizar un gobierno foral estable en Bizkaia. La investidura de Elixabete Etxanobe como diputada general estaba asegurada gracias a ese acuerdo marco, pero había que cerrar los flecos concretos de la Diputación de Bizkaia, principalmente las líneas estratégicas de esta legislatura y, sobre todo, qué estructura departamental se iba a plantear y cuántos departamentos iba a encabezar cada formación. La pasada legislatura, dos áreas quedaron en manos de los socialistas -Empleo, Inclusión Social e Igualdad, y Transportes y Movilidad-, mientras que el PNV se puso al frente de los siete restantes.

Conversaciones largas

Las negociaciones, a diferencia por ejemplo de los que ocurrió en el Ayuntamiento de Bilbao, han sido largas y no demasiado fáciles, con puntos de partida y planteamientos, sobre todo en lo referente al número de departamentos que debía ocupar cada formación, muy separados.

Todavía este martes por la mañana había determinados aspectos de la negociación que seguían enquistados; no tanto como hacía una semana, pero sí que era necesario seguir limando asperezas. El PSE exigía un mayor peso en el Gobierno foral, pese a mantener los mismos apoderados, ocho, y haber perdido votos respecto a las elecciones de 2019. A primera hora de la tarde, seguían abiertos todavía todos los escenarios: poder cerrar un acuerdo antes de este miércoles, dejar el reparto de departamentos para los próximos días–como ha sucedido en Gipuzkoa–, constituir de forma provisional un Ejecutivo monocolor...

Las aguas volvieron a su cauce en la reunión que mantuvieron ambas formaciones unas horas después y, finalmente, han podido cerrar un acuerdo programático y de estructura, apenas unas horas antes de que este 5 de julio se celebre el pleno para nombrar a Elixabete Etxanobe como primera diputada general de la historia de Bizkaia. La sesión, en la Casa de Juntas de Gernika, comenzará a las 9.30 horas con la intervención de los candidatos y los portavoces de los diferentes grupos, pero no será hasta la tarde cuando se lleve a cabo la votación, secreta y en urna, y el juramento de Etxanobe bajo el histórico roble. Ella dará a conocer los detalles de ese acuerdo, así como la composición de su nuevo equipo de gobierno.