El aeropuerto de Bilbao tiene desde su torre de control el principal punto de gestión de los vuelos que operan a diario en las pistas del Txorierri. Pero hay otras instalaciones, estrenadas recientemente, que también vigilan la actividad aérea en torno a La Paloma, en concreto en Viladecans, justo al lado del aeropuerto de Barcelona.

Es el centro de control (OCC) de Vueling, la aerolínea que con 33 enlaces activos este verano encabeza con holgura no solo el número de conexiones aéreas en Bilbao, sino también el de cantidad de viajeros atendidos. En los aviones de la low cost catalana viajan uno de cada dos pasajeros que pasan por la terminal de Loiu, por ejemplo, la mitad de los casi 571.000 viajeros que volaron el pasado mayo desde Bilbao, una cifra récord en el aeropuerto más importante de la cornisa cantábrica.

La aerolínea de bajo coste catalana es uno de los pilares para que el aeropuerto vizcaino tenga este calificativo ya que, desde sus inicios, la compañía ha apostado por Euskadi como punto neurálgico de sus operaciones aéreas. De hecho, la actual oferta de 33 rutas, de las cuales 16 son enlaces internacionales, concentra gran parte de todas las nuevas conexiones que la aerolínea ha diseñado para este verano. Son ocho los enlaces de estreno desde Bilbao del total de diez que se están operando a nivel del Estado, en concreto las rutas a Bruselas, Marrakech, Faro, Hamburgo, Praga y Zúrich; además de recuperar los destinos internacionales como Roma Fiumiccino y Florencia.

Otra prueba de la importancia de la plaza vasca para Vueling es que este verano va a incorporar a su flota asentada en Loiu un séptimo avión un A320 de 180 plazas que estará operativo a partir del próximo sábado 1 de julio.

El nuevo OCC de Vueling opera desde unas instalaciones que integran en un solo edificio otros tres departamentos principales, el de digitalización, formación e innovación. En números directos este cerebro de Vueling, que incorpora la última tecnología, es capaz de controlar en tiempo real alrededor de 700 vuelos diarios que efectúa por toda Europa, norte de África y Oriente Próximo utilizando una flota de 124 aviones que están casi siempre en el cielo, más seis que se encuentra en tierra.

Albert Soriano, jefe del OCC, explicaba ayer martes a un grupo de periodistas de todo el Estado en el mismo centro neurálgico aéreo cómo en verano los vuelos a controlar “pueden llegar a los 750”. Comentaba que “es como si hiciéramos helados, en verano todos quieren volar”.

Bilbao es el segundo punto del mapa del Estado donde más se fijan varios de los 60 empleados de la aerolínea que vigilan su actividad teniendo en cuenta que es su segunda base más importante detrás de la principal del aeropuerto de El Prat.

Son múltiples las tareas que se centralizan en este OCC y que atañen a los vuelos de Loiu ya que gestiona la operativa diaria de la compañía atendiendo que se disponga de aviones, tripulaciones y soporte en tierra suficientes para afrontar sus compromisos esa jornada y la siguiente. Es un gran sala circular en cuyo zona central se encuentran en varios pupitres los responsables de varias áreas de actividad.

Mapa que gestiona en directo la meteorología de los aeropuertos. Alberto G. Alonso

Por ejemplo, el despacho de vuelos es el encargado de la preparación de los planes de cada avión teniendo en cuenta la meteorología y las publicaciones oficiales que puedan afectar a la seguridad del vuelo. Unas rutas de las que se hace un seguimiento diario para que dispongan de información de las salidas, llegadas, información de retrasos o cualquier incidente que pueda haber ocurrido.

Otros técnicos delante de enormes monitores se encargan de mantener activos los planes de vuelo en Eurocontrol informando a este organismo europeo de las horas a las que cada vuelo va a operar, con una ventana de 15 minutos, o posibles cambios que surjan. Otra función de ese puesto es el cambiar las rutas de los vuelos, bien sea por regulaciones impuestas o para evitar fenómenos atmosféricos adversos en ruta.

En el OCC existen varios puestos clave. El jefe de día u Operational Manager es quien controla todo. Ayer martes era Albert Soriano el que se aseguraba de buscar los recursos necesarios en caso de que Vueling no los tuviera para asumir sus compromisos y en caso de no ser posible, tomar la decisión menos mala tanto para la compañía como para los pasajeros. Es el que, también, elaboraba los procedimientos de trabajo de los departamentos y la supervisión de toda la sala. Al final, es quien tiene la última decisión de cómo se operará ese día.

En su labor le ayuda, el jefe de turno (hay tres cada jornada) ya que es el encargado de la supervisión de toda la operativa del día, asegurando que los aviones operen adecuadamente. Analiza los aeropuertos en los que los aviones tienen programado operar, tipo de motorización, anchura de pista, categoría o limitaciones que puedan surgir por temas de mantenimiento. Se encarga también de preparar el listado de vuelos del día siguiente de la forma más óptima para la compañía asegurando el transporte del mayor número de pasajeros.

Porque los clientes también están presentes en el OCC. Un equipo se encarga de su atención y de realizar seguimiento de las incidencias del día para mantener a los pasajeros informados, así como de monitorizar las conexiones de los viajeros de forma que todos puedan llegar a su destino, en caso de que uno vaya a perder su conexión por retrasos.

Desde el OCC Vueling no se olvida de sus tripulaciones ya que también se encargan de cubrir las bajas que puedan aparecer durante el día con tripulantes que hay de guardia y asegurarse de que ejercen su labor cumplimiento toda la reglamentación aérea existente. Cuenta siempre de guardia con un piloto en sala para asesorar en lo que sea preciso a los compañeros con los que se puede poner en contacto de forma directa en cualquier aeropuerto de Europa y norte de Africa mediante el sistema ACAS.

El apunte

El caso de Ibiza. En el vuelo del domingo pasado entre Ibiza y Bilbao no se pudo alojar a sus 180 pasajeros en hoteles ni buscar una alternativa, reconocía ayer Albert Soriano “debido a diferentes circunstancias” por lo que pidió disculpas a los pasajeros afectados. De hecho, aseguró que problemas como el ocurrido no son habituales y que “hay semanas en las que no registramos incidentes como cancelaciones o desvíos”.