La tasa de recogida selectiva en Bizkaia continuó el pasado año la senda de crecimiento y ha aumentado hasta situarse en el 52,7%, según los datos recogidos en el Observatorio de Residuos de la Diputación. Junto al incremento de la recogida selectiva, cabe destacar a su vez, la reducción de la generación de residuos durante el mismo ejercicio, que se cifró en 8.173 toneladas, un 1,27% menos que en 2021.

Este incremento de la recogida selectiva viene auspiciado principalmente por un decrecimiento significativo en la recogida de la fracción resto, que alcanza las 14.000 toneladas. También influye en ella el crecimiento que ha experimentado la recogida de la fracción orgánica, que mantiene la tendencia al alza de los últimos ejercicios y que es del 3,30% en 2022, más de un punto más que en 2021, de manera que pasa de las 16.603 toneladas de 2021 a las 19.673 el año pasado. En términos absolutos, por tanto, este crecimiento se sitúa en el 12,77% con respecto al año precedente.

La recogida de papel-cartón y la de vidrio siguen siendo las de mayor volumen, como habitualmente, con cantidades que alcanzan las 78.236 y las 28.934 toneladas, respectivamente. En cifras similares a esta última se sitúa la recogida de envases ligeros (20.843 toneladas).

La cifra no alcanza la experimentada en 2020 como consecuencia los cambios de hábitos que supusieron el confinamiento y las restricciones generadas por pandemia, pero sí supone un salto cuantitativo importante respecto a ejercicios anteriores a ese año, como 2019 y 2018, de manera que puede decirse que este indicador también mantiene un comportamiento positivo para la consecución de los objetivos marcados de conseguir una menor producción de desechos.

Este objetivo de reducción de los residuos que se generan en el territorio es uno de los objetivos marcados en el nuevo plan de gestión de residuos elaborado por la Diputación Foral de Bizkaia, un documento que sienta las bases de la gestión de los residuos en Bizkaia en la presente década y marca como objetivos prioritarios la reducción de la generación de residuos en un 15% y la recuperación de 4,9 de cada 5 kilos de residuos generados (de ellos, 4 kilos se reintroducirán en la cadena productiva y otros 0,9 kilos se aprovecharán para la generación de energía renovable). Con el desarrollo del plan, Bizkaia conseguirá en 2030 valorizar materialmente el 76,61% de sus residuos, valorizar energéticamente un 20,90% y destinar a eliminación definitiva una vez ya tratados esos residuos, un 2,49%.