Otra manera de restringir la emisión de CO2 desde las instalaciones portuarias va a consistir en dotar de puntos de conexión eléctrica los muelles de la entidad para que los motores de los barcos mercantes no consuman diésel mientras están atracados y consuman energía limpia mientras realizan su actividad de carga y descarga.

Ricardo Barkala concreta que con esta electrificación “no solo se va a evitar la emisión de partículas de contaminantes, si no también ruidos y vibraciones” que genera el funcionamiento continuo de los motores diésel de los mercantes. El objetivo temporal es el año 2025 y la intención es reducir en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero.

El proyecto, denominado BilbOPS, ya está muy adelantado y se están instalando los enchufes y la red eléctrica necesaria en los puestos de atraque del muelle A-5, la última línea de atraques construida en las instalaciones portuarias con la creación del espigón central. La intención es incluir esta opción de muelles electrificados cuando se construya a partir del próximo año la segunda fase del espigón central.

Mientras eso ocurre también se actuará en todos los muelles que atienden los barcos de vienen tráficos regulares como son el A6, 4, 3, 2 y también las instalaciones en Getxo donde atracan cada año decenas de cruceros. “Un cable submarino desde los muelles de Santurtzi hasta el de cruceros será el que le dote de electricidad a la terminal, una decisión tomada tras estudiar que costaba mucho más caro llevar la energía desde la zona interior de Getxo”, desvela Ricardo Barkala.

A modo de reflexión el máximo responsable de la Autoridad Portuaria indica como “la ciudadanía tiene que ver que hoy en día un puerto, que está ubicado en un entorno urbano, tiene que cuidar el medio ambiente porque sino las propias líneas lo van a vetar”. Y eso a pesar de que las propias navieras tienen que hacer inversiones en los buques para poder conectarse a estas redes eléctricas.