El 5 de marzo de 1943 el arrastrero de Lekeitio Peñas Arriba descubrió los primeros fardos de goma virgen, de 105 kilogramos de peso aproximadamente, que los japoneses enviaban desde Birmania en un deseo desesperado de ayudar a su aliado Hitler, que ocupaba Francia, con una materia vital para la guerra. El importante convoy fue interceptado, a últimos de febrero, por los buques de guerra ingleses en la que se conoce como la Batalla del Caucho en el Cantábrico en toda la historiografía de la II Guerra Mundial.

Acta de Recepción de los fardos abierta a cada uno de los barcos en el momento de la entrega.

Este hallazgo fue objeto del reciente libro Izurdiak - Las Gomas 1943, que publiqué en fechas próximas al 80º aniversario de esta aventura, que en su momento fue vital para la economía de los puertos pesqueros de Bizkaia. En el mismo se hace un estudio exhaustivo e históricamente exacto en cuanto a las descargas en los puertos de Elantxobe, Lekeitio y Ondarroa, al haber podido contar con todo el Expediente Oficial abierto en la Ayudantía de Marina de Lekeitio, hoy en el Archivo Foral de Bizkaia. Es una lástima que falte toda referencia al otro gran puerto de descarga, que fue Bermeo. La posición de privilegio de los puertos pesqueros de Bizkaia en el hallazgo de las gomas se explica por la utilización del euskera en las comunicaciones por radio entre los barcos, idioma que desconocían los marineros de otros puertos de Cantabria, Asturias o Galicia, y por el hecho de la proximidad de sus barcos al núcleo central del hallazgo, situado a 40 o 50 millas al Norte de Matxitxako.

Cubierta del libro ‘Izurdiak - Las gomas 1943’ en la que se refleja la llamada ‘Batalla por el caucho’.

Fue un acontecimiento de vital importancia económica. Se descargaron en aquellos tres puertos 797.368 kilos –confiscados por el Régimen franquista– recibiendo una indemnización de aproximadamente el 15% del valor de mercado, que ascendió a 11.912.160 pesetas. Como se ha dicho, se carece de datos de Bermeo al haber desaparecido el expediente que necesariamente tuvo que formarse en su Ayudantía de Marina, hoy desaparecida. Solo se conoce el dato fidedigno hallado por el doctor Epifanio Allica, quien investigó y descubrió que el importe total de la indemnización recibida en este puerto fue muy próxima a los 13 millones de pesetas, por lo que resulta que se descargó algo más que en los otros tres puertos mencionados. Sería de sumo interés que se continuasen las investigaciones para completar el volumen descargado en Bermeo, los barcos de pesca que las hicieron y los marineros y armadores de aquellos para así tener un completo estudio histórico de este tema.

Las Gomas. 1943 Una gran aventura de los puertos pesqueros de Bizkaia

Llama la atención los muchos libros, artículos periodísticos y programas de televisión que se han volcado en otro hallazgo marino de gran actualidad: El tesoro de la Mercedes, a raíz de su descubrimiento y extracción por la empresa cazatesoros Odissey Marine Exploration Inc. en las proximidades de los cabos Santa María y Trafalgar, en la provincia de Cádiz. Es evidente que tal diferencia de trato solo puede basarse en razones políticas pues en cuanto a este, el Gobierno socialista al tiempo del descubrimiento –y muy en especial su ministro de Cultura, César Antonio Molina– tuvieron gran interés en publicitarlo y destacar la sentencia de reivindicación favorable dictada por la Corte Suprema de Estados Unidos el 31 de enero de 2012.

Las Gomas. 1943 Una gran aventura de los puertos pesqueros de Bizkaia

Por el contrario la descarga de las gomas fue totalmente ocultada por la decisión que impuso Franco de una “ley del silencio” sobre la misma, ya que no solo ordenó ocultarlo sino que cambió el origen de los fardos de goma: en otro caso hubiera tenido que entregarlos al III Reich con el que estaba muy comprometido. Su técnica, aldeana pero efectiva, fue imponer la consigna a todos los periódicos de la época en Bilbao –La Gaceta del Norte, El Correo Español - El Pueblo Vasco y Hierro–, que no dieron ninguna noticia del hallazgo. Así, revisados todos los números de marzo y abril de 1943, los tres periódicos no hicieron ninguna referencia al hallazgo de las gomas, mientras que en sus portadas y páginas interiores sí publicaron diariamente –y durante esos dos meses– grandes hundimientos que los alemanes causaban a los aliados. Estas informaciones hacían ver que el régimen de Franco se tragaba la propaganda alemana de éxitos en la guerra, pero también que, al ser gomas destinadas a Inglaterra, tenía perfecto derecho de apropiarse de ese material que le era tan necesario por el bloqueo impuesto por los aliados.

Dejando al margen razones históricas, arqueológicas y sentimentales, limitándonos al valor económico, es curioso hacer una comparación entre ambos hallazgos. El tesoro de la Mercedes extraído del mar estaba compuesto –según datos oficiales– de 212 monedas de oro y 582.521 de ocho reales de plata; en total 14.088,50 kilos, muchas de ellas apelmazadas y todas con daños evidentes por haber permanecido dos siglos en el fondo del mar. Dicho tesoro se valoró por España en 350 millones de dólares, cifra astronómica que en ninguna medida responde al valor material de lo hallado. Cosa distinta es el valor histórico, arqueológico, sentimental o político, pero si nos limitamos al campo puramente económico, el valor de lo hallado según expertos en numismática es muy inferior, ya que aun tasando a 20 euros cada moneda de plata y en 3.000 cada una de oro precios totalmente fuera de mercado dado su mal estado), el importe difícilmente alcanzaría los 12.286.420 euros.

Como comparación, el valor real de lo que se pagaba en el mercado negro por la goma virgen en el año 1943 era de 100 pesetas/kilo por lo que el valor del hallazgo realizado en los puertos pesqueros de Bizkaia fue de 165.736.800 pesetas. Según cálculos económicos muy profundos y científicamente avalados, una peseta de 1943 equivale aproximadamente a 1,08 euros actuales por lo que el valor actualizado de los fardos de goma virgen hallados y desembarcados en los puertos pesqueros de Bizkaia a valor actual vendría a suponer 178.995.744 euros. Valor que puede estimarse muy superior al tesoro de la fragata Mercedes, siendo por lo tanto muy “tacaña” la indemnización recibida del Gobierno de Franco.

Pero en aquellos años tan difíciles fue un auténtico “maná” para nuestros puertos lo que redundó en grandes mejoras inmobiliarias en las modestas viviendas de los marineros. Sirvan de muestra las mejoras en las casas del puerto de Lekeitio, la construcción en Bermeo del grupo de viviendas conocida por “las de las gomas” y, en cuanto a los armadores, les financió la total renovación de la flota pesquera.