Las obras que se acometerán a partir del próximo año serán las últimas que se desarrollarán para la extensión de la superficie portuaria ganando espacio al mar. La culminación del espigón central cerrará el plan de ampliación iniciado hace más de tres décadas obligado por la salida de la actividad de mercantes en el interior de la ría de Bilbao y la necesidad de ampliar instalaciones por el continuo crecimiento de trafico de mercantes de todo tipo. Con esta extensión, el aprovechamiento de la dársena abrigada entre Zierberna y Santurtzi estará completada.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Ricardo Barkala confirma para DEIA como “sí, físicamente, ya el puerto como tal no crecerá más”. Comenta coloquialmente que “se podrá sacar algún muellecito por aquí o por allá en todas las instalaciones, pero será un tema menor, porque no hay más madera que la que la que arde”.

Desde 1992, año en el que se iniciaron las obras en el Abra Exterior, la Autoridad Portuaria de Bilbao ha invertido un total de 1.000 millones de euros para ganar al mar dos millones y medio de metros cuadrados de superficie terrestre, lo que equivale a casi 358 campos de fútbol de San Mamés puestos uno al lado del otro. A esta cifra hay que sumar los 42 campos que podrían cubrir la superficie de esta última ampliación del espigón central. Otro dato que avala el volumen de esta grandiosa obra de infraestructuras es que cuando se finalice el plan se contará con casi 5,5 kilómetros de muelles de atraque de buques de todo tipo y especialización

La primera fase de este crecimiento gigantesco del Puerto de Bilbao concluyó en diciembre de 1998 tras invertir más de 240 millones de euros con el objetivo de generar una gran dársena abrigada de más de cinco kilómetros cuadrados de superficie. Para ello, fue necesaria la construcción de un dique de 3.150 metros, quebrado en tres alineaciones, que parte desde Zierbena; y de un contradique recto que arranca del extremo del rompeolas de Santurtzi. Después vino la creación de la zona industrial en la base de Punta Lucero, también ganando una franja generosa al mar.

Mientras tanto en el gran espacio a resguardo fueron generándose año tras año diferentes muelles de atraque y zonas de actividad portuaria hasta llegar a la última actuación acometida antes de la próxima segunda fase del espigón.

Se trata de la ampliación del muelle AZ-1 que la APB espera concluir este mes y en la que se han invertido 29 millones de euros, permitiendo ganar cerca de 250 metros de línea de atraque y 50.000 metros cuadrados de nueva superficie. Se ubica en el extremo del dique de Zierbena con el objetivo de ofrecer suelos para actividades industriales.