Fue a mediados de febrero cuando decenas de voluntarios comenzaban a reunirse en la plaza de Santa Ana haciendo frente a unas noches frías. Todo un esfuerzo para volver a impulsar las representaciones de La Pasión de Durango. Más de un centenar de actores y actrices se volvieron a dar cita durante tres noches, desde el pasado miércoles hasta el viernes, para convertir esta emblemática plaza del casco viejo durangarra en un Jerusalén de hace más de 2.000 años.
El viernes a la noche se bajó el telón de las tres representaciones con “mucha satisfacción”, confesaba Susana Alarcón, presidenta de la asociación Juan de Iciar, impulsora del evento. “Ha ido todo muy bien y estamos sorprendidos”, añadía ayer. El miércoles lograron llenar unas tres cuartas partes de las 270 localidades, el jueves se colgó el cartel de no hay entradas al agotarse todos los tickets y el viernes se ocupó en torno a la mitad del escenario. “Cuando vi el jueves todas la gradas llenas fue un subidón muy grande”, confesaba Alarcón.
Tres intensos días que llegaron a su fin después de semanas de ensayos, que comenzaron en febrero y con un tiempo que este año sí han tenido a su favor, a pesar del fresco nocturno. Una edición que arrancaba con un minuto de silencio en recuerdo a dos participantes que este año han fallecido. Por lo demás, Susana se mostraba “muy satisfecha” con todo el elenco de personas que, un año más, han ayudado de forma voluntaria a sacar adelante esta actuación. “Estamos muy agradecidos a todas las personas que participan. Algunos llevan prácticamente desde que comenzó, hace 28 años”, recordaba.
En cuanto a los papeles principales, Susana solo tenía elogios hacia Mikel Ceide, que interpretaba por primera vez el papel de Jesús. “Ha transmitido seguridad, dramatismo... Ha terminado agotado pero muy contento”, añadía. En cuanto a su madre, Mariola Fernández, que interpretaba también el papel de la madre de Jesús, la presidenta de la asociación señaló que “ha sido muy emocionante ver a la madre y al hijo interpretar los principales papeles” de esta edición. Susana adelantó también que prevé que Mikel y Mariola puedan seguir encarnando a Jesús y María el año que viene.
El pasado viernes a la noche, tras la última representación, tocó desmontar y despedirse hasta el año que viene, la que será la trigésimo novena edición.