Acelerón en la expansión del Centro Internacional de Emprendimiento de la Torre Bizkaia: el éxito de su puesta en marcha ha llevado a tomar la decisión de iniciar los trabajos previos para habilitar, de un tirón, las siete últimas plantas que quedaban por desarrollar. La previsión era ir sumando espacios en dos fases –empezando las obras de la primera este mismo año–, pero la alta ocupación de los cuatro pisos ya abiertos y la demanda de nuevas empresas por instalarse en ellas pide a gritos habilitar cuanto antes los 7.000 metros cuadrados de oficinas que estaban todavía libres en las plantas que van de la 10 a la 19.

El Centro Internacional de Emprendimiento, o B Accelerator Tower, su denominación oficial, fue inaugurada el pasado 19 de septiembre con un ambicioso objetivo: un ecosistema conectado a nivel internacional en el que todos los agentes –startups, corporaciones, firmas de venture capital, centros tecnológicos y universidades– interactúan para poner en marcha soluciones innovadoras y nuevos proyectos tecnológicos. La cantera de las empresas del mañana, como la denominó en su momento el diputado general, Unai Rementeria. O el Guggenheim del emprendimiento. La idea era sumar talentos que puedan responder a las obligadas metamorfosis que todas las sociedades están llamadas a encarar en un futuro cada vez más cercano: energía, tecnología, medio ambiente y modelo económico, principalmente. Es en ellas donde están las oportunidades para generar nuevas actividades económicas y empleo.

El mismo día de su apertura, las cuatro primeras plantas –de la sexta a la novena del simbólico edificio acristalado que en su día acogió la sede del BBVA– contaban ya con un 80% de ocupación, con más de 40 startups conectadas a una red 30 corporaciones, más de 100 firmas estatales e internacionales de venture capital y más de 50 agentes de ciencia, tecnología y academia. Incluso la todopoderosa Google se interesó en esta iniciativa público-privada, impulsada por la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, y operada por la alianza internacional que lidera PwC con el apoyo de Talent Garden e Impact Hub, actores referentes en el ámbito empresarial y de la innovación. Todos ellos, conectados con los principales hubs de emprendimiento, innovación y talento del mundo, como Shanghai, Singapur, Tokio, Boston, Nueva York, Sao Paulo, Chile, México, Dublín o Tallín.

Ya en ese momento, Unai Rementeria anunciaba la inminente ampliación de los espacios en una segunda fase. Serían otras cuatro plantas, de la 10 a la 13, con otros cuatro mil metros cuadrados de superficie que se abrirían a organizaciones e ideas transformadoras. La fecha de inicio de las obras estaba prevista para este año.

Pero los seis meses que han transcurrido desde aquella apertura han dejado cortas unas expectativas que ya apuntaban alto. Tanto, que se van a iniciar los trabajos previos para habilitar no solo las cuatro plantas previstas en esa segunda fase, sino hacer, de golpe, también las tres que estaban reservadas a una tercera fase, en concreto de la 10º a la 16º. Ello supone sumar otros 7.000 metros cuadrados al incipiente ecosistema emprendedor de BAT, alcanzando así diez plantas y 10.000 metros cuadrados a disposición de la innovación, la tecnología, la transformación de talento y la transformación del modelo económico industrial y empresarial.

Dar respuesta a la demanda

Ha sido la propia concesionaria, PwC, la que ha mostrado su interés por abrir las siguientes fases, para las que tenía un plazo máximo de cuatro años contados desde la apertura de la anterior. ¿La razón? El éxito de la puesta en marcha de la primera fase, que ha puesto sobre la mesa la necesidad de dar respuesta a la demanda que existe en el mercado. BEAZ, la entidad colaboradora del departamento foral de Promoción Económica, ha aceptado finalmente acometer las dos fases al mismo tiempo, ya que “redunda en la consecución eficiente de los objetivos” de la sociedad pública foral, “para promover el desarrollo del emprendimiento, la incubación, el crecimiento y la consolidación de proyectos empresariales y la mejora de la competitividad del tejido empresarial de Bizkaia a través de la innovación y la internacionalización”. Sin olvidar la atracción de empresas e inversión a Bizkaia que refuercen esa estrategia y contribuyan a mejorar el ecosistema empresarial del territorio.

De hecho, Azpiegiturak –la sociedad pública foral que se encarga de construir obras públicas de infraestructura y equipamientos de todo tipo–, ha sacado ya a licitación los trabajos previos de habilitación de las plantas 10ª a la 19ª ya que, además de los siete pisos que se destinarán a ampliar el Centro Internacional de Emprendimiento, se van a reservar tres para usos propios de la Diputación de Bizkaia. Las obras tienen un presupuesto base de licitación de 1,1 millones de euros, IVA incluido y, una vez que se adjudiquen los trabajos –el plazo de presentación de ofertas ya ha concluido–, la empresa tendrá un plazo de 25 semanas para ejecutarlos.