La Torre Martiartu, “un referente histórico y vital” para los erandioztarras, como reconoció ayer lunes la alcaldesa, Aitziber Oliban, albergará en su interior un edificio acristalado con diferentes salas. Este nuevo espacio servirá para que se desarrollen actividades económicas. De hecho, la idea inicial es montar allí un estudio de posproducción. A la par, este monumento será rehabilitado y consolidado para restaurar las heridas que el paso del tiempo ha provocado en él.

El equipo de gobierno se ha marcado el objetivo de recuperar la Torre Martiartu y dotarla de usos. Por eso, desde el año pasado un equipo multidisciplinar, integrado por arquitectos, economistas, sociólogos y arqueólogos, trabaja in situ analizando su estado desde distintos puntos de vista. Además, el Ayuntamiento impulsó un proceso de participación ciudadana para recopilar aportaciones sobre la función que podría desempeñar esta fortaleza del siglo XVI. De ahí, salió la sugerencia de que acogiera iniciativas con impacto económico en la localidad. “Mientras encargamos el estudio arqueológico e histórico de la torre, llevamos a cabo dos acciones principales; por un lado, visitas para que la gente pudiera verla y dar su opinión y, por otro, la formación de un consejo asesor compuesto por vecinos y también por entidades del entorno, como el Hospital Quirón, para valorar más propuestas”, repasó el concejal de Cultura erandioztarra, Adrián Busto. En estos grupos se abordaron las proposiciones, su viabilidad económica, su impacto en el municipio, y lo fundamental, las posibilidades reales teniendo en cuenta que se trata de un Bien de Interés Cultural y lleva adheridas unas limitaciones legales.

La creación de un edificio acristalado en el interior encaja con las inquietudes recogidas y con los condicionantes que presenta el monumento. “Va a ser una rehabilitación larga, que se divide en la consolidación del edificio actual, la creación de la estructura interna, y una intervención aparte para buscar una solución a los desniveles, que se haría con escaleras o ascensor. Hablamos, más o menos, de una actuación por año; ahora, hay una demanda al alza de los estudios de posproducción, pero habrá que valorar si pasado todo este tiempo, sigue siendo así o es más pertinente habilitar otro proyecto”, señaló Oliban. Por lo tanto, ni los plazos ni la inversión para efectuar la rehabilitación y crear el nuevo espacio interior están definidos por completo.

Relevancia

La Torre Martiartu es el “edificio de mayor valor” de Erandio, como destacó la primera edil. Fue Martín Ortiz de Martiartu, hijo de Diego Pérez de Martiartu, apodado El Viejo, quien construyó la primeriza torre de piedra a finales del siglo XIV o principios del XV, puesto que Martín Ortiz muere en 1415. Esa edificación fue destruida en las guerras de bandos en 1472. Después, se reconstruyó a inicios del siglo XVI. En 1948 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Bilbao, que poco después, realizó unas obras de restauración que finalizaron en 1954. Es la última vez que se actúa en la torre.

“Adolece de las patologías de falta de mantenimiento e intervención desde entonces, pero se encuentra en buen estado. No hay afecciones estructurales, solo de vegetación”, indicó Verónica Quintanilla, que es la arquitecta que lidera el equipo multidisciplinar que trabaja en el monumento. “Solo tiene una patología pequeña, debido al uso de mortero de cemento Portland, porque luego la experiencia ha demostrado que no es el más recomendable. Pero se retira esa patología de la piedra y ya está”, añadió Quintanilla. La arquitecta también apuntó que la investigación les ha deparado algunas “sorpresas” como que “había un cadalso en la planta baja que imposibilitaba entrar a la torre directamente”.