Este sábado a las 11.00 horas en el museo Dolomitas “quemaremos el zarramasco – es decir, una rama de acebo engalanada con cintas de colores– del año pasado y empezaremos a calentar las voces para el recorrido que nos espera”, invitan desde Euskal Folklore Mendi-Harana Kultur Elkartea.

Pasarán por la cueva de Pozalagua, Ranero, Santecilla, Paules, Biañez, Bollain, Ambasaguas y Concha. Las personas que deseen unirse pueden hacerlo también en cualquier punto de este itinerario. Según dicta la tradición, la ropa se compone de pantalón o falda de mahón, abarcas de goma o cuero o zatas o botas con calcetines de lana gordos a la vista. Como posibles complementos, “pañuelos, chalecos, varas, gerriko, txapela, campanos, cascabeles, zumbas, lanas, pieles…”.

Estos últimos fines de semanas se han organizado reuniones para ensayar la canción, que reza así: oh marzo florido seas bienvenido, seas bienvenido, florecido marzo seas bien llegado, seas bien llegado/ a esta casa honrada, señores llegamos/ si nos dan licencia, las Marzas cantamos, las Marzas cantamos/ si las cantaremos o las rezaremos o las rezaremos, mas con su licencia cantarlas queremos, cantarlas queremos/aterik ate berriro gatoz, berriro gatoz/ohitura zaharra pizteko asmoz, pisteko asmoz/ si nos dan chorizos, no los den chorizos, no los den chorizos, si nos dan torreznos, no corten los dedos, no corten los dedos/ y si nos dan huevos, no nos los den güeros, no lo los den güeros, si nos dan castañas, no nos las den garrias, no los las den garrias. Una nueva versión adaptada que intercala versos en euskera.

El año pasado se recuperó la costumbre de dar la bienvenida a la primavera con las Marzas, que antes se cantaban el 1 de marzo, cuentan que a modo de entrada simbólica al año nuevo, que para culturas ancestrales que poblaron la zona, empezaba ese día. La fecha se ha adaptado al primer fin de semana del mes para favorecer la implicación. La costumbre de cantar las Marzas regresó en 2022 también a Lanestosa.