El vizcaino Aitor Lexartza ha probado alrededor de 350 tortillas en todo el Estado, sobre todo, en Bilbao, donde ha catado ya 200. Para este joven, la eterna pregunta de con cebolla o sin cebolla, es cuestión de matices. “Si se utiliza bien y está rica, con cebolla, pero sino, sin cebolla”. DEIA ha pasado una mañana con Aitor, un joven vizcaino que, durante el último año ha probado más de 350 tortillas. Sí, han leído bien, más de 350 tortillas de patata, por lo que se le puede considerar como uno de los más duchos en la materia, en la cata de pintxos de tortilla, toda una religión en Bizkaia.

Este joven no se dedica profesionalmente a la gastronomía, pero lo cierto es que “me encanta y no descarto poder emprender algún proyecto relacionado con este mundo, aunque la cocina es muy sacrificada y no sé si quiero que mi hobby, esta pasión, pase a convertirse en una tarea obligatoria”, cuenta. Por ahora, tiene una cuenta de Instagram (tortibilbo) en la que comenta, además de las tortillas que prueba, algún otro tipo de cocina, como la italiana o “restaurantes que me han gustado cuando he estado comiendo”.

Pero aunque no se dedique a ello profesionalmente, han sido bastantes profesionales del sector de la hostelería los que se han puesto en contacto con él para “por ejemplo hacerles una ruta de tortillas por Bilbao”. En este sentido, “si alguien quiere abrir un local en el que se va a servir tortilla de patata, alguna vez se han puesto en contacto conmigo para que les hiciera, por así decirlo, de guía”.

Comenzó en esto “después de un problema que tuve con la alimentación, y durante una época la verdad es que solo comía tortilla”. Entonces fue cuando comenzó a probar tortillas, una tras otra, hasta convertirse en un experto. Superó ese bache “pero me gustó el tema de ir a un bar y probar la tortilla para después, de alguna manera, ponerle nota, ir haciendo un ranking de mis favoritas, etc.”.

Tortilla del Sorginzulo de Bilbao Oskar M. Bernal

Entonces fueron sus amigos los que “me comentaron que contaba ya con bastante conocimiento y una larga lista de catas de tortilla, que hiciera algo para que ellos y otras personas supieran de sitios en los que comerse una buena tortilla”. En ese momento empezó en Instagram, y “aunque no tengo demasiados seguidores, unos 3.000, sí que está llegando a mucha gente”.

"Hay bastante nivel"

De ahí que hayan sido ya varios los profesionales que han contactado con él, pero “si hago algún tipo de colaboración nunca cobro por ello”. Pero “no descarto que de este proyecto que nació como un hobby, pueda convertirse en algo más”. Aunque no puede adelantar nada, “estoy intentando poner en marcha un proyecto grande relacionado con la tortilla de patata”.

Aitor asegura que “en Bilbao hay nivel”, y también destaca tortillas de ciudades como Madrid, “aunque muchos de esos bares son de gente de Cantabria, Galicia o Euskadi”. Tampoco puede dejar de nombrar a Cantabria, donde “también hay mucho nivel”. Sus predilecciones en la capital vizcaina son “la tortilla del Sorginzulo y la del Doa”, que para él “están a un nivel muy alto”. Pero destaca que “hay buenas tortillas en muchas zonas y bares de Bilbao”. Lo más importante “es el equilibrio de sabores, que los ingredientes se integren”, por eso advierte sobre el uso de la cebolla, que “muchas veces no se utiliza bien y le quita todo el protagonismo a los otros ingredientes”.