Hasta el próximo 30 de enero las personas que acudan a conocer el complejo ferro molinero de El Pobal se llevarán una agradable sorpresa cuando crucen el umbral del molino harinero donde el artista Juan Miguel Cortés ha realizado un diorama con cerca de 1.000 figuras de Playmobil que recrean el molino, la fragua y el desparecido caserío de los Pérez Ibarrondo tal como se encontraba en los años 50 del pasado siglo. Un conjunto que se completa, aprovechando el río Barbadún, elemento esencial del complejo, con la representación navideña de Olentzero y Mari Domingi que el decorador sestaoarra estrenó en 2020 en la sala del martillo pilón y que en 2021 se desplazó a su actual ubicación en el molino.

“En estas fechas tan especiales hemos inaugurado un diorama de ensueño que va a sorprender más que nunca a quienes se acerquen al Pobal. Junto al taller y la casa de Olentzero y Mari Domingi, acompaña una tropa de galtzagorris muy atareados. El artista Juan Miguel Cortés ha recreado este año, por primera vez, todo el enclave de El Pobal con su presa, canales, caserío, ferrería y molino, situándolo en la pasada década de los años 50. “No se pueden perder las divertidas escenas que se representan en este universo creado expresamente para el museo”, detalla la directora de El Pobal, Marta Zabala.

Y no le falta razón a la directora de esta joya del patrimonio industrial vasco porque si algo llama la atención del nuevo diorama de Cortés –autor también, en 2005, de las dos maquetas del complejo, situados en la entrada principal de la ferrería– es la gran cantidad de detalles y escenas que ha plasmado a lo largo de los casi 3,70 metros del diorama ferrón que retrotrae al espectador a la década de los 50 del pasado siglo.

Fotografías

Detalle del animado montaje del diseñador sestaoarra. E. ZUNZUNEGI

Hemos utilizado fotografías y un cuadro antiguo en el que podía verse el antiguo caserío donde habitaba la familia Pérez Ibarrondo, propietaria de la ferrería antes de que fuera adquirida por la Diputación foral de Bizkaia. Era una familia numerosa según se desprende de las fotografías y ello me ha dado pie a imaginar escenas familiares que pueden verse a través de las ventanas del caserío que está realizado a escala Playmobil. En realidad, era más grande”, señala Cortés que incluso ha añadido un camión adquirido por la empresa –reflejado en un cuadro– y que en el diorama es bendecido por un sacerdote mientras el propietario atiende a los medios de comunicación de la época rodeado de gallinas paseando por el recinto de la casa.

“Es un detalle que aparece en las fotografías en las que se ven a numerosas gallinas que andan por el complejo”, detalla Cortés que, a las aves de corral ha sumado las ovejas que acompañan al escenario de la casa de Olentzero, vacas, perros, gatos y un caballo. Una amplia representación a la que se suman los numerosos personajes del diorama de Olentzero –separado del mundo real por una barrera verde de árboles y el bambusal de El Pobal– y de la reproducción del complejo cuyo detallismo hace que la observación sea muy divertida descubriendo escenas familiares, como el baño de un niño o la reproducción de un catálogo de la fábrica de Pérez Ibarrondo. Los más observadores incluso fueron capaces de encontrar a dos simpáticas ardillas.