Aunque en numerosas ocasiones invisilibilizadas, las mujeres suelen jugar un papel capital en el sector de la agricultura. Son ellas las que llevan las riendas de las explotaciones, además de ponerles cara en ventas que se realizan en las ferias. Y hay una cita semanal que se sigue manteniendo con el paso de los años. Se trata del mercado de cada lunes de Gernika-Lumo, Y ayer lunes fue la localidad foral la que quiso homenajear a las mujeres baserritarras. Lo han hecho con la instalación de una escultura realizada en bronce en las inmediaciones de la entrada del recinto ferial, en la plaza Domingo Alegría.

Según fuentes del Ayuntamiento gernikarra, la instalación “reconoce la labor de las mujeres del caserío que han sido las que tradicionalmente han acudido y acuden al mercado. La figura refleja la imagen de las mujeres que ocupan un mostrador en la plaza de los lunes. Se sitúa frente a un puesto de venta con sus sacos y cestos de verduras, hortalizas y frutas, incluida la balanza y su silla para el descanso”. El acto contó con el corte de la preceptica cinta –a cargo de la baserritarra Rosario Artxederreta y dos clientes veteranos, Teresa Beascoa y Serapio Undabarrena–, que, junto al alcalde, José María Gorroño, fueron los encargados de inaugurar la obra, ubicada en un área de seis metros cuadrados.

Según un estudio elaborado por la Diputación Foral de Bizkaia, la realidad del sector primario, tendente a pensar en que son los hombres los que llevan las riendas de las explotaciones, “desmonta la creencia entre la población en general que relega a las mujeres a labores diferentes a las de producción y manejo en la explotación, al desvelar que el 78,4% desarrolla esas labores, un 61,3% lleva la administración y contabilidad, el 45% realiza labores de venta, comercialización, y atención al cliente, y el 26,8% se ocupa de la transformación del producto”. Es decir, que el papel de las mujeres es destacado. No hay más que echar un vistazo al mercado semanal de Gernika-Lumo para darse cuenta de ello.

La historia de los mercados semanales en Gernika-Lumo es también constante durante el tiempo. De hecho, los historiadores apuntan a que la tradición arrancó pocos años después de la obtención de la carta puebla por parte de la villa, datada en el año 1366, y otorgada por don Tello. Según se recoge en el citado documento, solamente Gernika dispondría de un mercado semanal y solamente ella podría organizar ferias agrícolas y ganaderas. Ya fuera en zonas distintas a la actual, como el caso de Saraspe o la zona superior del Pasealeku, lo cierto es que las mujeres han jugado un papel primordial.

Mantener la esencia

El sencillo acto de ayer lunes contó con los bertsos de Onintza Enbeita, conocida bertsolari y también vendedora en el mercado ferial gernikarra, además de que estuvo amenizada por el coro Gure Arbola Zaharra. En el transcurso de la inauguración, Gorroño pronunció palabras de reconocimiento a las mujeres baserritarras. El primer edil señaló que “en torno a la Plaza del Mercado se mueven muchas cosas. Una muy importante es que se puede comprar un producto de calidad, directo de la huerta, sin conservantes”, y además subrayó que su intención es “la de mantener vivo el mercado municipal, mejorarlo, actualizarlo y que sea un punto de encuentro para todos, jóvenes y mayores”, siempre eso sí “manteniendo su carácter”. El proyecto que ansía el alcalde –existe un anteproyecto datado en febrero de 2018–, en todo caso, tratará se ser impulsado “a partir de la próxima legislatura”. Y es que el recinto ferial está necesitado de profundas reformas para actualizar sus instalaciones.