Los presupuestos de Gorliz para el próximo ejercicio recogen la idea de instalar radares pedagógicos en las calles del municipio. Además, las cuentas, aprobadas con los votos afirmativos de PNV y EH Bildu y con los contrarios del Grupo Independiente y de la concejala no adscrita, también incluyen ayudas para realizar obras que mejoren la accesibilidad en los hogares.

Estas son dos de las principales novedades que llegarán a Gorliz en 2023. Desde hace años, el equipo de gobierno apuesta por que la localidad sea más amable para el peatón, con medidas como la reforma de Itxasbide o los caminos escolares. Ahora, se ha propuesto colocar radares pedagógicos para que los vehículos circulen de manera adecuada, pero sin recurrir a los aparatos que acarrean multas. El Ayuntamiento pondrá paneles informativos que indican a los conductores la velocidad a la que circulan y alertan si ésta se supera, pero no sancionan. La partida para habilitar estos radares pedagógicos está dentro de la dirigida para sistemas de vigilancia y control, que supone 48.000 euros.

El otro estreno en Gorliz el próximo año será el del proyecto Etxean eroso (En casa cómodamente), que prevé subvenciones para que los vecinos con dificultades de movilidad lleven a cabo obras en sus casas, como cambios de bañera por plato, instalación de asientos en ducha, adecuación de sanitarios, puertas y pasillos... En total, hay 35.000 euros para este fin. “El programa está en elaboración actualmente y pretende mejorar las condiciones de habitabilidad y alcanzar la cohesión social e igualdad entre personas mayores de 60 años, con movilidad reducida o discapacidad sensorial, mediante la concesión de ayudas específicas. Así se favorece la permanencia de las personas en sus viviendas”, comentó el concejal Andoni Landa.

Asimismo, los presupuestos contemplan 495.000 euros para inversiones, “financiadas con recursos propios (330.000) y con subvenciones de otros entes públicos”, puntualizó Landa. De este modo, se destinarán 89.000 euros para control de vigilancia, con cámaras y hardware en edificios públicos, 62.000 euros para infraestructuras en general, 70.000 para columpios y juegos infantiles, 55.000 para obras en la haurreskola y 100.000 para la segunda fase de eficiencia energética en la ikastetxea. Será, en concreto, para la sustitución de las luces tras una primera fase ya licitada por 120.000 euros para placas fotovoltaicas.

“Equilibrio”

Por lo demás, las cuentas gorliztarras presentan un ”equilibrio” donde “los ingresos previstos son suficientes para atender los gastos”, por lo que “no presentan déficit inicial”, tal y como resumió el edil de Hacienda. “El mayor recurso financiero del Ayuntamiento lo constituyen los fondos recibidos de Udalkutxa. Suman el 53% del total y han crecido en un 2,41% respecto al año pasado”, admitió. Por otro lado, los ingresos a través de los impuestos directos superan los dos millones. “Aumentan por el recargo por vivienda vacía”, apuntó Landa. Sobre 1,7 millones proceden del IBI.

Por último, la aportación de Gorliz a la Mancomunidad de Uribe Kosta es de 303.000 euros y a Jata Ondo, de 5.300 euros.