El dolor es un mecanismo fisiológico defensivo de nuestro organismo que nos avisa cuando algo funciona mal dentro de nuestro cuerpo. Por tanto, forma parte de nuestras vidas. Pero cuando el dolor se cronifica en el tiempo, pierde esa capacidad de alerta, se diluye la causa que lo generó, se transforma en la propia enfermedad y conduce al sufrimiento. En ese momento no aporta nada al individuo y le afecta a importantes facetas de su vida, como la personal, familiar o laboral.

¿Cuántas personas sufren dolor en Euskadi?

El alivio del dolor es un reto para el profesional de la medicina y su erradicación es un indicador evidente de una buena práctica médica. Los datos en Euskadi son parecidos a los del resto de Europa y el estado español. El dolor crónico afecta a aproximadamente el 18% de la población, y su intensidad se considera entre moderada y elevada en el 12% de casos. Se estima que el coste económico que supone el dolor crónico en el estado español es del 2,5% del PIB, aproximadamente unos 16.000 millones de euros. 

¿Cuáles son las patologías que lo causan?

Las patologías más prevalentes que cursan con dolor crónico son la lumbalgia, su prevalencia estimada en la población adulta es del 14,8%: el dolor musculoesquelético, con una prevalencia del 21%5; la artrosis, más del 50% de la población mayor de 65 años presenta algún tipo de osteoartritis, siendo la articulación más afectada la rodilla. Le sigue el dolor neuropático, es el dolor que afecta a los nervios, como la ciática, el 32,8% de los pacientes que acuden a las Unidades de Dolor padecen dolor neuropático. No hay que olvidarse del dolor infanto-juvenil, el 37,3% de los estudiantes entre 8 y 16 años sufre alguna forma de dolor crónico.

Y los motivos que lo provocan, ¿de dónde provienen?

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) lo define como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a una lesión tisular real o potencial, o que se describe con las manifestaciones propias de tal lesión. Se deben distinguir dos tipos de dolor, el ‘dolor agudo’ que funciona como un mecanismo fisiológico de alarma, una señal de alerta en nuestro organismo; puede ser muy intenso, pero generalmente es de duración limitada y responde bien a los diversos tratamientos. Mientras que el ‘dolor crónico’ es el que se mantiene a lo largo del tiempo, pierde el sentido protector y presenta una respuesta pobre a los tratamientos analgésicos.

¿Cómo es de fuerte el dolor?

La intensidad del dolor es muy personal, por lo que la vivencia del dolor pertenece a cada individuo. Esto se debe a que el dolor tiene varias dimensiones. La dimensión sensorial y física, describe las características de localización del dolor, inicio del mismo, duración, intensidad. La dimensión afectiva, describe el estado de ánimo que acompaña la percepción del dolor ya sea de ansiedad o depresión: “me he dado cuenta que cuanto más nervioso/a estoy, peor me encuentro”. La dimensión cognitiva, explica el significado que la persona da al dolor, sus experiencias previas, o la sensación de falta de control sobre el dolor: “yo llevo el dolor mucho mejor en el trabajo que en casa, porque no estoy todo el rato pensando en él” (distracción); “creo que tendré una época de menos dolor, lo cual me hace llevarlo ahora mejor” (expectativas); “pienso que no puedo hacer nada respecto a mi dolor” (creencias). La dimensión socio-cultural, describe las actitudes con el entorno social, las posibilidades de afrontamiento y/o la posibilidad de pedir o recibir cuidados. Es pues importante también tener en cuenta el papel del aprendizaje en la experiencia de dolor. También las raíces culturales y el contexto social pueden afectar en la experiencia, la expresión y el tratamiento del dolor. Por todo ello, la percepción de dolor va a ser distinta en cada persona, siendo esa forma de sentir e interpretar el dolor pluridimensional y subjetiva.

¿Qué trastornos puede provocar ese dolor?

Dificultad para conciliar el sueño, falta de apetito y autonomía o alteración de la personalidad, los cuales pueden provocar aislamiento social y de la familia.

¿Cuáles son los dolores de mayor incidencia entre la población vasca?

La patología que con más incidencia en la población vasca es la osteoarticular. El dolor crónico de espalda, generalmente del área lumbar, también en la región cervical son las más frecuentes. Afectan tanto a personas jóvenes como de mediana edad y mayores. Pueden producir dolor intenso en sus fases agudas, como la ciática, que precisan de tratamiento analgésico, rehabilitador y pueden alargarse en el tiempo. El dolor de los músculos, miofascial, por contracturas, es muy frecuente en la región cervical en personas que trabajan con ordenadores.

Me imagino que habrá algunas edades más propensas que otras...

Los dolores articulares como la artrosis de rodilla y de cadera tiene una alta incidencia entre la población mayor. Más del 80% de las personas mayores de 55 años tienen evidencia radiológica de osteoartrosis y un 50% sufrirá dolor osteoarticular. La neuralgia postherpética, (causada por el herpes zóster) y la neuropatía diabética, son patología que causan dolor en personas mayores. También los aplastamientos vertebrales secundarios a la osteoporosis producen dolor intenso en las personas mayores. La estenosis de canal (estrechamiento del canal en la columna) dificulta la marcha y el caminar por dolor en las piernas.

¿Existe tratamiento contra el dolor?

Si, claramente si existen tratamientos para aliviar, disminuir y en muchos casos eliminar el dolor. Desde la Unidad del dolor del Hospital Quirón Bizkaia realizamos una historia clínica del paciente, evaluamos su problema y buscamos aquellos tratamientos personalizados que aporten los mejores resultados. Siempre dentro de un marco multidisciplinar, donde podemos contar con la experiencia de profesionales de reumatología, neurocirugía y traumatología. Damos mucha importancia en explicar el cuadro clínico, porque la información tranquiliza al paciente, le quita miedos o dudas sobre su capacidad de volver a realizar las actividades que ha abandonado por el dolor.

“La patología con más incidencia entre la población vasca que provoca dolor crónico es la osteoarticular, seguido de las que tienen que ver con el área lumbar”

¿Qué tratamientos aplican en la Unidad de Dolor del Hospital Quirónsalud Bizkaia?

Nuestra unidad es fundamentalmente intervencionista, es decir realizamos técnicas de bloqueos nerviosos, infiltraciones a nivel epidural cervical, torácico y lumbar. También infiltraciones de articulaciones como el hombro, rodilla, cadera, y articulación sacroiliaca. Utilizamos fármacos como corticoides, achyalurónico, plasma. La radiofrecuencia es una técnica que se utiliza en patología de espalda, cuando los bloqueos anteriores han sido efectivos, pero de corta duración. Es una técnica que puede destruir pequeñas terminaciones nerviosas o modular raíces nerviosas y producir una analgesia más duradera en el tiempo. Sobre el disco intervertebral podemos aplicar radiofrecuencia coabaltiva, láser, ozono, o técnicas de medicina regenerativa como el plasma. Por último, en casos complejos de dolor podemos colocar electrodos en la columna, neuroestimuladores, (que es como un marcapasos pero en la columna).

¿Esos tratamientos eliminan el dolor para siempre?

Ya nos gustaría que fuera a sí. En algunos casos sí. Depende del grado de cronificación del dolor, cuánto más tiempo lleva el paciente con dolor, este produce modificaciones en su sistema nervioso y es más difícil erradicarlo. También es muy importante que el paciente tome parte activa en su tratamiento, que realice ejercicios, dentro de las posibilidades físicas de cada uno. Llevar una vida activa y una dieta sana ayudan mucho a una pronta recuperación. 

¿Hay casos en los que el dolor impide llevar una vida relativamente normal?

Hay casos difíciles, secuelas de accidentes laborales o de tráfico, patologías de espalda que han evolucionado mal. En estos casos hay que ir poco a poco, de menos a más. Aplicando progresivamente técnicas mas complejas y explicando al paciente que probablemente alguna secuela de dolor va a permanecer. Nuestro objetivo es al menos disminuir el 50% del dolor y mantener una funcionalidad para la vida diaria

¿Qué recomendaría a una persona que sufre dolor de manera habitual?

Yo le recomendaría que busque consejo de los diferentes profesionales de la salud. Que sea activo en la solución de su dolor, y que realice el tratamiento que mejor le quite su dolor. Nuestro equipo de la unidad del dolor del Hospital Quirónsalud Bizkaia le vamos a dar toda la información disponible sobre su problema de dolor, así como los tratamientos más efectivos.