La principal carta de presentación de Alberto Ruiz de Azúa son sus tres legislaturas (1999-2011) al frente del Consistorio local, doce años muy fructíferos en el avance de Arrigorriaga.

¿Qué actuaciones e iniciativas destaca de ese periodo?

—Aquellos 12 años fueron muy fértiles. Nos volcamos con los barrios: en plazuela de San Antonio, en Lambarketa, hicimos aparcamientos subterráneos, peatonalizamos parte de Pedro Muro y urbanizamos todo el polígono de Atxukarro, llevando el gas natural a las empresas. En Abusu organizamos un gran proceso participativo liderado por Parte Hartuz para cohesionar el barrio; rehabilitamos el frontón de Santa Isabel, construimos el parque de Ollargan y el nuevo campo de fútbol de Montefuerte, el Centro Socio Cultural que es el corazón de Abusu con su parque, el Instituto de la Construcción, e incluso entre todas y todos conseguimos paralizar el lavadero que iba a construir Renfe en Ollargan. Urbanizamos Larrasko, llevamos el gas a Martiartu, en Arandia inauguramos el instituto y la residencia, dos campos de fútbol nuevos para el Padura con un amplio aparcamiento y en el centro ampliamos el colegio público y lo comunicamos con el polideportivo, también ampliado; peatonalizamos el centro, desde Madalen Errota hasta la iglesia; construimos el nuevo cementerio, el nuevo ayuntamiento, un parking subterráneo bajo la plaza Juan XXIII, y me dejo en el tintero muchas inversiones más. Conseguimos invertir muchísimo dinero que obtuvimos de Europa.

Ahora, ¿qué puede ofrecer al pueblo de Arrigorriaga?

—Trabajo honesto y dedicación absoluta, poniendo al servicio de mis vecinas y vecinos toda mi experiencia municipal de más de 30 años. Según una estudio hecho por tres investigadores de la Universidad de Oviedo y publicada en la Revista de Economía Aplicada (nº 56) en 2011 que medía la calidad de vida en los 643 municipios del Estado con más de 10.000 habitantes, Arrigorriaga ocupaba el puesto 14º del total, y el 3º vasco, solo por detrás de Getxo y Zarautz. Eso significa que entonces teníamos una gran calidad de vida. Eso es lo que puedo ofrecer: trabajar por volver a situar a nuestro municipio en el ranking de los pueblos con mayor calidad de vida del País Vasco. Y eso se hace con trabajo serio y riguroso que consiga una nueva transformación del pueblo. Necesitamos que la gente vuelva a emocionarse al oír el nombre de Arrigorriaga y que cuando alguien les pregunte de donde son, digan con orgullo Arguiakoa naz! ¡Soy de Arrigo!

¿Qué características va a tener el equipo humano con el que va a concurrir a estas elecciones?

—Tiene que ser equilibrado y paritario. Deberá haber personas con experiencia y también quien no teniéndola pueda acompañarnos para ir aprendiendo juntos; personas justas, honestas, cercanas, que sepan trabajar en equipo y quieran mucho a nuestro pueblo. Que apuesten por un Arrigorriaga de todas y todos en el que se vuelva a ver a personas pasear por los parques y por las calles con alegría y orgullo de pertenencia a nuestra comunidad. Y, si me lo permites, me gustaría que mis concejales y concejalas fuesen alegres y optimistas.

Y, ¿cuáles van a ser los ejes estratégicos de su programa?

—El eje estratégico alrededor de lo que tiene que girar el programa debe ser la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Ya sé que esto suena un poco lejano, pero las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas, son la clave de este mundo. Y esto en lo local se traduce en trabajar por un pueblo cohesionado, igualitario, con los barrios siempre presentes, un pueblo que transmita seguridad, que tenga sus calles bien iluminadas y con buena accesibilidad, donde chavales y chavalas, familias y personas mayores se muevan y disfruten con libertad, un pueblo euskaldun en el que ninguna mujer se sienta discriminada o con miedo, donde seamos capaces de reconocer la identidad, la interculturalidad y el mestizaje como valores del siglo XXI, y que cuente con modernos servicios docentes, deportivos y sanitarios de primera calidad. Un pueblo donde lo central sean las personas. Un pueblo sostenible y de futuro.