Sopela volvió ayer a saborear los mejores productos de la cultura vasca con motivo de la celebración de la Euskal Jaia. Más de una treintena de puestos ubicados junto a la plaza del ayuntamiento y alrededores permitieron al público disfrutar en la calle de lo mejor del agro vasco en una feria como las de antes de la pandemia.

“No te imaginas lo contenta que estoy de poder venir y eso que Sopela nos trató muy bien durante la pandemia y mantuvo la feria a pesar de las restricciones. Fue una de las dos únicas ferias a las que fui en 2020”, relató Leire Belaustegi, que ostenta el honor de ser la vigente campeona de pastel vasco de Euskadi, premio otorgado en 2019. “No se han convocado más campeonatos, así que sigue vigente”, aclaró. No obstante, lo suyo no es éxito de un año, sino que su trayectoria la refrenda la calidad de sus productos. Campeona en 2012, 2015, 2016 y 2018, ayer en Sopela se mostró exultante por poder volver a vender cara a cara. “Tenía ganas de volver a ver a la gente y hay clientes que me han dicho que tenían ganas de comprarme los pasteles otra vez”, apuntó. La de la caja azul, como le conocen algunos de sus fieles, por el color del envase de sus productos del obrador de Izarra, en Gorbeialdea, cuenta que el secreto de su éxito es mantener un proceso de elaboración artesanal que le lleva cada día a tener que batir doce litros de crema pastelera a mano. “Mi brazo se parece al de Rafael Nadal”, bromeó. El tiempo acompañó en una jornada veraniega y, desde primera hora de la mañana, consideró que las previsiones de ventas iban a ser buenas. “He traído los mismos pasteles que en 2019 y creo que voy a vender todos”, aseguró. Durante la crisis sanitaria sobrevivió a base de enviar sus productos, pero ayer por fin pudo volver a salir a la calle en una feria en la que se pudieron encontrar diferentes manjares típicos del mundo rural vasco: verduras, frutas, quesos, patés y derivados del pato, pan, pasteles, miel, chocolate, sidra o txakoli, así como plantas ornamentales, sin olvidar los productos ecológicos.

Una feria con un elenco de productores de primer nivel como, por ejemplo, el mejor panadero de Euskadi, Juanma Oribe, ganador del certamen Miga de Oro de Euskadi 2021, y que regenta dos panaderías en Gernika y Mungia. “He traído panes de todo tipo: pan de agua de mar, de queso de cabra y arándanos, de harina de algarroba que sabe a chocolate, de cerveza, etc.”, explicó Juanma. No obstante, uno los productos más demandados fueron las rosquillas. “Se venden muy bien”, apuntó.

Además del dulce, uno de los productos estrella, otro de los puntos más frecuentados fueron los puestos de queso. Allí, José Ramón Etxabe, productor de Urretxu, se afanó por mostrar lo mejor de su trabajo: los quesos de oveja y de vaca. “El queso curado es el que más se vende, por el sabor fuerte”, comentó. Después de dos años de pandemia, poder volver a vender sus productos en este tipo de ferias es como una bendición. “Han sido dos años muy duros. Hemos tenido que reducir la producción para poder salir adelante”, indicó.

Integrantes de la asociación Sopelako Ehuntzaileak se anticiparon al invierno con sus toquillas. Carlos Zárate

En el ámbito artesanal, uno de los puestos que causó sensación fue el de Sopelako Ehuntzaileak, lleno de bolsos, chalecos, toquillas, tapetes, muñecos y bufandas artesanales realizados por una asociación local formada por mujeres aficionadas a la costura el pasado mes de julio. “Durante la pandemia empezamos a hacer diversos productos y finalmente este verano decidimos formalizar nuestra actividad en una asociación”, relataron Pili Aldasoro, Espe Etxeandia y Bego de Blas. Se reúnen una vez a la semana en Kurtzio kultur etxea, aunque también hacen trabajos por encargo. Sin embargo, la Euskal Jaia les sirvió para darse a conocer al público del municipio y mostrar esas obras de arte realizadas en ganchillo, punto de cruz y otras técnicas artesanales.

Hoy, Sukalki

Sobre esta línea, la Euskal Jaia es un evento que nació en 1924 con el objetivo de prolongar la estancia de los turistas en el municipio y desde entonces ha adquirido “una gran importancia y arraigo popular”, según destacan desde el Consistorio sopeloztarra, puesto que reúne la mayor parte de las tradiciones de las fiestas vascas: productos vascos, gastronomía, danzas, música, deportes, etc. De esta manera, después de la feria la fiesta continuó por la tarde con un espectáculo de danza en la plaza del ayuntamiento a cargo de la compañía Tio Teronen Semeak, que fusiona elementos tradicionales como el aurresku con hits de música pop.

Asimismo, hoy desde primera hora de la mañana los txistularis y la kalejira de Sopela Kantari animarán las calles de la localidad. A partir de las 10.00 horas se celebrará el tradicional campeonato de sukalki en la plaza del ayuntamiento, cuya inscripción se desde las 10.00 a las 11.00 horas. El aroma de los fogones inundará Sopela mientras la compañía de teatro y circo Rojo Telón ofrece su espectáculo Korapiloa, a las 12.00. Posteriormente, los cocineros que se den cita podrán presentar sus cazuelas para que el jurado dirima quiénes han cocinado el mejor sukalki de esta nueva edición de la Euskal Jaia. Tras conocerse los ganadores, se harán entrega de los trofeos que les acrediten como tal. Esta nueva edición que aglutina a muchos elementos de la cultura vasca se cerrará, a partir de las 18.00 horas, con el espectáculo infantil Numenak de la compañía Yarleku teatro que representará en el jardín del ayuntamiento.