Las mascarillas escondían hoy algo más que toses griposas y bostezos mañaneros entre los usuarios del transporte público. Disimulaban una media sonrisa de satisfacción. De esas que cuesta borrar. Esta en concreto cuatro meses, que es el tiempo que estarán en vigor los descuentos del 50% y los abonos gratuitos para según qué tipo de transporte público sea usado para moverse por Bizkaia.
Por primera vez en mucho tiempo las cuentas empiezan a salir a los usuarios habituales de autobuses, trenes… Por primera vez en mucho tiempo, el coste de un escenario económico preocupante no recaerá sobre en hogares que ya encaran tensiones de tesorería debido a las continuas subidas en los precios de los alimentos, luz, combustibles…
Y quizás por todo eso, muchos viajeros han preguntado al conductor del Bizkaibus y del Bilbobus de turno si la rebaja ya estaba hecha o si tenía que hacer algo. “Antes de poner la Barik le he preguntado, sí. Quería confirmar si el descuento también se aplicaba en esta Línea. Es que te sale a la mitad”, ha indicado Miguel Ángel en la intermodal de Bilbao minutos después de haber descendido de una unidad que enlaza la capital con la comarca de Enkarterri.
No fue el único que necesitó confirmación oficial de que la rebaja se aplica sin tener que hacer nada: solo emplear la tarjeta monedero u otros tipos de billetes multiviaje. Frente al Teatro Arriaga esperaba Roberto, pensionista él, para coger el Bilbobus 75 hasta San Adrián. Conoce la letra gorda de esta iniciativa para suavizar el impacto de la inflación y reconoce su valor, “sobre todo para los chavales y eso, que se mueven mucho en metro y autobús para ir a estudiar”.
A pocos metros, Amaia asentía con un movimiento de cabeza. Sus hijos son de esos. Residentes en Miribilla, lo mismo se suben al número 30 que se bajan hasta la estación de Renfe para acercarse hasta el centro de la villa. “Es una maravilla. Por fin nos dan algo”, ha aportado. Sacó los abonos gratuitos nada más enterarse del contenido de esta medida -secundada por las principales instituciones vascas y vizcainas- ha descrito mientras palmoteaba su bolso de mano.
Y como muestra de la excelente acogida ciudadana de este plan anticrisis, los últimos datos aportados por la compañía ferroviaria: en los servicios de Cercanías (C1: Bilbao-Santurtzi, C2: Bilbao-Muskiz y C3: Bilbao-Orduña) se habían adquirido 11.954 bonos y otros 497 para la Línea que une la capital con Balmaseda. El ajetreo en los andenes confirmaba esa buena respuesta a esta iniciativa que, además de aliviar gastos corrientes y recompensar la fidelidad al transporte público, busca ganar adeptos a la causa de la movilidad sostenible.
En esa empresa milita ya Unai, un joven que a media mañana aguardaba su turno con paciencia ante la oficina de Atención al cliente de Metro Bilbao en San Nicolás para renovar su tarjeta. “Está bien. Algo es algo”, ha indicado al ser preguntado por la rebaja del precio de los viajes; aunque ha puesto una pega. Su duración: “Solo es hasta diciembre y me parece ridículo. Podrían estirarlo un año, no sé…”.
De una opinión similar es Mila. Aplaude la decisión política de aligerar cargas en las economías domésticas, pero echa en faltaba un poquito más. “Nos gustaría que esto siguiera igual o incluso mejor después de diciembre”, ha manifestado sentada en el interior de la marquesina esperando al 11, dirección Deusto. “Yo opino lo mismo”, telegrafia un señor a su lado, quejoso de que salvo sorpresa, la validez de la medida se agote el 31 de diciembre.