El Ayuntamiento ha iniciado las obras para habilitar en el cementerio municipal un osario común ajardinado en el que depositar las cenizas resultantes de la incineración. Las obras incluyen además el pintado del claustro, la capilla y el edificio que alberga la instalación de incineración. La actuación tiene un presupuesto conjunto de 32.562 euros y estará concluida para otoño. Y es que, en los últimos años se ha incrementado notablemente el servicio de incineración, por lo que se hace necesario habilitar un espacio donde esparcir las cenizas resultantes de la cremación de la persona difunta. Junto a este recinto se colocará una placa vertical de granito donde quedara inscrito en una pequeña placa el nombre de la persona cuyas cenizas reposen allí.

El proyecto contempla la construcción de un foso donde se puedan esparcir las cenizas sobre una base de cantos rodados. A continuación y mediante unos difusores de agua, las cenizas se esparcirán por el fondo y finalmente se filtrarán por el terreno. Estos trabajos no afectarán al horario y normal funcionamiento del cementerio, pero se ha pedido a las personas usuarias precaución para evitar posibles percances con la maquinaria o materiales de obra.

Por otro lado, la administración local inició la semana pasada los trabajos para renovar el pavimento de la calle Trañaetxoste, que forma parte del patio de Traña-Matiena Eskola en horario escolar. La obra tiene un plazo de ejecución de nueve semanas y se ha adjudicado por un importe de 87.075 euros. El suelo de esta calle es de tipo adoquinado, por lo que debido al paso del tiempo y al tráfico rodado está deteriorado, con numerosos adoquines sueltos, lo que dificulta la accesibilidad de la zona. El objetivo es generar un pavimento lo más regular posible y que sea totalmente accesible, de forma que permita realizar diferentes actividades en su uso como patio del colegio, al tiempo que sea adecuado para resistir el tráfico rodado.