Botavaras, timones, velas y mucho salitre en las botas. Nada se comparaba a eso para el grupo de la asociación Gorabide que un soleado miércoles en medio del verano decidió embarcarse en esta aventura, parte de su Programa de Verano del 2022. Gorabide en colaboración la Diputación Foral de Bizkaia y la Federación de Deporte Adaptado de Bizkaia pretende lograr que numerosos grupos de personas con diversidad funcional pasen un buen verano, lleno de actividades distintas que permitan el descanso y fomenten la creatividad.

“Lo estoy pasando de maravilla”, dijo Ana a su compañero Juan, quien pocos minutos antes había tomado el timón, pero había decidido descansar. Ya llevaban una hora en el paseo en velero y, quizás por el clima o la brisa, parecían disfrutar cada segundo, sin ningún apuro por volver a tierra. Su monitor los observó de cerca. Nunca habían estado en un velero, pero les salía de manera natural. Mariana, la capitana del velero, decidió invitarlos a manejar el timón y a participar directamente en la navegación.

De forma repentina, la frase Caza el buque, no sonaba tan extraña y del miedo a la costumbre fueron solo diez minutos, el resto fue calma y felicidad. Este tipo de actividades son parte de las salidas urbanas de Gorabide. La asociación ofrece 42 salidas de día por Bizkaia y 14 estancias de una semana en provincias del entorno. Julio y agosto se llenan de ocio y deporte para las 259 personas con discapacidad intelectual y 103 voluntarios que participan en el programa.

Es una iniciativa estructurada en 21 grupos derivados a 18 destinos diferentes. Son cientos de personas que se encuentran involucradas en este proyecto clave para los diversos colectivos del territorio. Familias, usuarios, voluntarios y organizadores se unen al amplio abanico de actividades entre las que destacan paseos por la playa, visitas a museos, excursiones, picnics, yincanas, rutas en barco y barbacoas.

Los usuarios parecen gozar tanto de las actividades que, como expresó la directora de Ocio y Tiempo Libre de Gorabide, Maite Fernández, “repiten año tras año” y “hacen amigos con los que comparten constantemente”. Al final del día ese es el objetivo: momentos de ocio agradables y variados, porque “si a nosotros nos apetece hacer actividades nuevas y diferentes en vacaciones, a las personas con discapacidad también”. Maite explicó que todo surge de una necesidad recreacional y del “querer hacerlo”. “Lo primero es que a la persona le guste, la discapacidad no es un perímetro en el que la actividad se base, al final todo se puede adaptar”, declaró.

La experiencia de pasar dos horas en un velero por las costas vizcainas nace este año, a raíz de conversaciones previas entre los miembros de la Federación Vizcaina de Vela. El equipo quería otorgar una experiencia recreativa para colectivos de personas con discapacidad. Aitor González, presidente de la Federación, aseguró que el proyecto ha triunfado y que anhelan que continúe a largo plazo. “La idea es que el proyecto no sea algo esporádico”, expresó. “Que todas las personas con diversidad funcional de Bizkaia que lo deseen, puedan practicar el deporte de la vela”.

El apunte

l Salidas urbanas. Son una de las opciones. También tienen posibilidad de probar estancias semanales en Lekeitio, Orduña, Durango, La Arboleda, Hondarribia, Lardero, Iruñea, Burgos o Logroño. Sin embargo, tanto Elena como Luis destacaron el paseo en velero como su “actividad favorita” y deseaban llegar a casa para contar a sus familias todo lo ocurrido. “Mis hermanas van a flipar”, concluyó Elena.