La asociación de mujeres de Sopela, Itzartu, ha puesto punto y final a su actividad después de tres décadas de trayectoria. Fundada en 1991, “la falta de relevo generacional” ha sido la principal causa de su disolución, según relata su presidenta, Pilar Serrano. Sin embargo, los dos años de pandemia también han hecho mella en la entidad formada por mujeres de la localidad y le han dado la puntilla. “Es una pena muy grande, pero nadie se ha querido animar a tomar el relevo y yo no podía seguir como presidenta”, indica. En este sentido, Serrano llevaba cerca de un cuarto de siglo al frente de la entidad. “Lo he hecho encantada y he estado muy a gusto”, detalla.Actualmente, la asociación contaba con 2.000 socias cuya media de edad era “alta”, pero también había “mujeres jóvenes”, explica Pilar, quien considera que ahora “quizás hay menos tiempo para el asociacionismo” debido a las responsabilidades laborales. Asimismo, indica que “organizar actos únicamente por el 8 de marzo o el 25 de noviembre no es ser una asociación de mujeres, sino que requiere dedicarle tiempo todo el año”.
Sobre esta línea, antes de la pandemia la asociación llevaba a cabo diversas actividades en el municipio. “Teníamos un ciclo de cine con perspectiva de género, que ahora llevará a cabo el Ayuntamiento, organizábamos charlas, talleres y salidas culturales”, expone Pilar.
En cuanto a los inicios de la asociación, recuerda esa época como muy fructífera para el asociacionismo femenino. “Cuando entré a formar parte de Itzartu, el objetivo principal era fomentar la relación entre las mujeres del municipio, ya que muchas no tenían relación entre ellas”, relata. De esta manera, después de tres décadas de andadura, considera que se ha conseguido “la unión de las mujeres del pueblo y pelear por los derechos sociales”, así como se ha dado respuesta a la falta de oportunidades de las actividades culturales destinadas a las mujeres.
Por otro lado, Pilar agradece el apoyo del Ayuntamiento durante estos años. “Nos despedimos con un enorme dolor en nuestros corazones, pero antes de cerrar definitivamente este ciclo queremos agradecer a las fundadoras de la asociación, que sin ellas no hubiéramos llegado hasta aquí, y a todas las instituciones que nos han acompañado en este recorrido: Emakunde, la Diputación Foral de Bizkaia, el Gobierno vasco, y especialmente, al Ayuntamiento de Sopela, ya que siempre ha estado a nuestro lado”, indica.
En este sentido, en nombre del Consistorio sopeloztarra, la teniente de alcalde, Amaia Guenetxea, quiso agradecer a todas las integrantes de la asociación “la gran labor llevada a cabo durante estos 30 años” y puso en valor “el legado” que la asociación deja en manos de las nuevas generaciones, “que a buen seguro perdurará para siempre”.
Precisamente, los responsables municipales recibieron a integrantes de la asociación este pasado jueves en un acto de despedida, celebrado en el salón de plenos. Allí anunciaron su último gesto solidario. Y es que la asociación ha donado la recaudación de la caja y lo recaudado en la representación de su última obra teatral a La Cuadri del Hospi y a los proyectos de caridad que gestiona Cáritas en la iglesia de Sopela. l
l Historia. La asociación nació en 1991 con el firme propósito de dar respuesta a la falta de oportunidades de las actividades culturales destinadas a las mujeres en el municipio.
l Gesto solidario. Como acto de despedida, Itzartu ha donado la recaudación de la caja de la asociación y lo recaudado en la representación de su última obra teatral a La Cuadri del Hospi y a los proyectos de caridad que gestiona la iglesia de Sopela.