Calor, calor y más calor. Pero ni los más de 40 grados que marcaba el mercurio en plena mañana pudieron frenar un homenaje que había muchas ganas de celebrar en Basauri. Y es que ayer Edurre Dantza Taldea quiso recordar a uno de sus miembros más destacados y queridos; Pedro Lezameta, o como se le conocía en Basauri, Peto. En mayo de 2020 fallecía repentinamente, dejando un vacío enorme en toda su familia, pero también en el corazón de muchos y muchas basauritarras.La pandemia ha impedido que hasta ayer se recordara como es debido a este emblema de las euskal dantzas. Alrededor de 120 dantzaris del Edurre, tanto actuales como personas que ya no forman parte, se acercaron hasta Bizkotxalde para acompañar a su familia en el acto y poner en valor la figura de este hombre, que comenzó en el grupo a los 12 años. Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando su hija Irune bailó la Kaxarranka, la danza autóctona que se baila cada 29 de junio en Lekeitio.

Tal y como rememoraron integrantes del Edurre, Peto se unió al grupo a finales de 1957, "un año antes había empezado el Edurre con un grupo de chicas, ensayando en la parroquia". La historia es curiosa, ya que en la calle, le comentaron que "les dijera a sus hermanos mayores que se apuntaran al Edurre. A él en principio no le querían dejar porque era demasiado pequeño, pero se salió con la suya y terminó formando parte de ese primer grupo de chicos". Ya dentro del grupo, y siendo el más pequeño, fue "la primera vez que utilizó pantalones largos y lo hizo para bailar, eso siempre lo contaba Peto.

A partir de los 70 se hizo cargo del grupo. En el Edurre recordaron que "en los ensayos era una persona estricta, que le gustaba que se hicieran las cosas bien, que se respetaran las danzas como eran. Pero a la vez transmitía cariño y era de trato amable con todo el mundo. Infundía respeto, pero también amabilidad y cariño". Además se documentó mucho porque le gustaba que se bailara como en su origen, "tanto en los pasos como en la indumentaria".

Peto no solo fue el alma mater de Edurre Dantza taldea, grupo al que estuvo ligado toda su vida, sino que "colaboró en la organización del Euskal Herriko Dantza Agerketa durante muchos años, y participó activamente en Bizkaiko Dantzarien Biltzarra y Euskal Dantzarien Biltzarra". Destacaba por su humildad, "fue muy trabajador y siempre lejos de los focos". De hecho, según explicó en 2022 su mujer, Cristina Horno, se encargó del archivo fotográfico del Edurre ya que "él era el fotógrafo del grupo. De él tenemos pocas fotos porque el que las sacaba era él".

Lo que recalcaron todas las personas que convivieron con él fue que "fue muy trabajador y siempre dispuesto a echar una mano. Incluso los años que estuvo trabajando en el extranjero, en cuanto llegaba a Basauri ya estaba en el Edurre o en Bizkaiko Dantzarien Biltzarra, dispuesto a echar una mano". Aficionado a la madera, en la sede del Edurre se guarda un trabajo tallado que realizó Peto. "Compró unos tablones y grabó a los dantzaris de Euskal Dantzarien Biltzarra. Está en la pared de la entrada y se conserva de maravilla", comentó en 2020 su mujer. Hombre muy querido en Basauri, su vinculación fue tal con su localidad que en 1995 fue elegido pregonero de los Sanfaustos, además de unirse a diferentes iniciativas que se pusieron en marcha en Basauri. l