En septiembre de 2019, mientras la mayoría del pueblo arratiarra de Artea disfrutaba de la fiesta de MerkArtea o descansaba, algunos elementos del patrimonio local de la pequeña y sencilla ermita de Santiago, ubicada en el barrio de Elixabeiti, sufrieron importantes destrozos a causa de actos vandálicos. Fue a las 23.00 horas del sábado 21 de septiembre cuando vecinos de la zona llamaron a la Ertzaintza al observar extrañas luces en el interior del templo religioso.

Al llegar al lugar, los agentes comprobaron que la entrada había sido forzada y, ya en el interior, fueron detectados daños en el cuadro de luz, el altar estaba destrozado y la imagen de Santiago a caballo, patrono de la ermita, se encontraba también deteriorada. "Según los datos aportados por Juan Manuel González Cembellín, director del Museo Diocesano de Bilbao, la talla corresponde a una obra barroca, del año 1.700 aproximadamente, y es de buena calidad", indica al respecto, el párroco de Arratia, Jose Mari Kortazar.

La imagen, del siglo XVII, quedó mutilada gravemente y algunos de sus elementos arrancados de la talla principal. Dos años y medio después del suceso, el pasado 26 de marzo la talla fue trasladada a las dependencias del taller Aurea, de Leioa y especializado en la restauración del patrimonio artístico, para someterla a un proceso de arreglo y recuperación lo más fidedigna posible a su estado original. Tal y como indica María Aurrekoetxea, licenciada en Restauración/Conservación por la Universidad del País Vasco (UPV-EHU y una de las profesionales que se han hecho cargo del trabajo, "en primer lugar llevamos la imagen y las partes destruidas como las patas y cola del caballo y las manos de Santiago a nuestro taller" y al tratarse de una obra de más de 400 años de antigüedad, fue precisa la realización de "catas para comprobar su pintura original así como el estado de salud de la madera".

Sobre el acto vandálico sufrido por la talla declara que "es una pena porque rompió, literalmente, varias partes de la imagen sin ningún beneficio para el actor o actores del sacrilegio", pero a pesar de ello su estado general de conservación era bueno y óptimo "para los siglos que tiene", aunque entiende que "probablemente la imagen original llevaría lanza o estandarte, aunque la que se conserva lleva una cruz". En cuanto a las labores realizadas durante tres meses en el taller, explica que "hemos procedido a una conservación, respetando la policromía de las últimas restauraciones".

De vuelta a su ermita

Y, para alegría de vecinos y feligreses, la talla de Santiago retornó el martes a su ermita y fue fijada, con mimo y cuidado, a una de las paredes del templo por un grupo de voluntarios. Por tanto, "puede ser admirada en la ermita de Santiago, aunque hasta el día de la fiesta, 25 de julio, se protegerá con una sábana", precisa el párroco, Jose Mari Kortazar. Los trabajos han supuesto un costo de casi 3.000 euros, un desembolso económico que va a ser asumido por la parroquia de Artea, "para orgullo de devotos, vecinos de la anteiglesia y del valle, y turistas que acuden a admirar tanto la Iglesia de San Miguel, situada a solo 100 metros y restaurada el año pasado, como la emita humilladero de Santiago". Lo deseado, ahora, es que hechos como los sucedidos hace casi tres años no vuelvan a ocurrir y sea respetado, como merece, el patrimonio artístico y religioso.

Imagen Santiago

Daños vandálicos. La talla, del siglo XVII y que luce con orgullo la ermita de Santiago del barrio Elixabeiti de Artea, sufrió daños en los pies y cola del caballo y en las manos del santo a causa de actos vandálicos en septiembre de 2019.

Restauración. El pasado mes de marzo, la imagen fue trasladada al taller de restauración Aurea, de Leioa, para ser sometida a labores de recuperación y dejarla en su estado original.

De nuevo en casa. La talla regresó el martes a su hogar tras una restauración que ha supuesto un coste de 3.000 euros y se mostrará en la festividad del 25 de julio.