El aeropuerto de Bilbao se apresta a protagonizar su temporada de verano con el mayor número de rutas programadas en su historia, 53, y una oferta de asientos de casi cinco millones que supera en más de un 4% los dispuestos en verano de 2019. Todo gracias a un total de 20 aerolíneas volcadas en recuperar pasajeros y que han apostado por repetir casi todos los destinos existentes antes de la pandemia, programando nuevos enlaces con ciudades como Copenhague, Bucarest o la capital de la isla de Cerdeña, Cagliari, y recuperado otras conexiones como Malta o Atenas.

Todas grandes noticias en una época estival normal pero que puede que se queden empañadas debido a una inseguridad cada vez mayor causada por la presencia todavía del coronavirus en nuestras vidas (aunque no lo parezca) y sobre todo por la guerra en Ucrania y las consecuencias económicas que ya son perceptibles.

José Ángel Corres, presidente de Bilbao Air, la sociedad para la promoción del aeropuerto, reconoce que “hay incertidumbre y si la hay en la economía, en el turismo también”. Y es que a pesar de contar con un panel de rutas más nutrido que nunca, con la subida de la cesta de la compra, el aumento del precio la energía y un combustible desbocado, a la hora de recortar gastos, el ocio y los viajes son los primeros en caer. Corres analiza la otra derivada del carburante más caro, la afección a las aerolíneas, lo que supondrá que “tendrá un impacto en el precio de viajar en avión” . Otro hándicap para los hipotéticos viajeros estivales que miran, y mucho, el coste de los billetes, sobre todo los pasajeros habituales de las aerolíneas de bajo coste.

La guerra en Ucrania también “nos paraliza los proyectos que teníamos en un posible enlace Bilbao-Moscú y la llegada de turismo ruso”, concreta el director de la sociedad promotora que, junto al Gobierno vasco, la Diputación, el Ayuntamiento de Bilbao y propio aeropuerto, conforman el Grupo de conectividad aérea y el comité de desarrollo de rutas del aeropuerto. Con este objetivo precisamente estuvo presente en febrero en la feria Connect celebrada en la ciudad finesa de Tampere.

Corres asegura a DEIA que “las 35 reuniones de trabajo mantenidas nos han confirmado que Bilbao, Bizkaia y el País Vasco son un destino muy valorado y con potencial a nivel europeo”. Es más, considera que estamos “en el top de los destinos no servidos de muchos aeropuertos europeos y, por tanto, encima de la mesa de los gestores de rutas de muchas aerolíneas”.

MIRANDO AL NORTE Y AL ESTE

Algunas compañías con las que se contactó fueron Air Baltic, Finnair, Lot Polish Airlines, Pegasus Airilnes, Wizz Air y Jet2.com, dejando patente el interés porque La Paloma despliegue sus alas hacia los países del Norte y el Este y a aeropuertos como Riga, Varsovia o Budapest.

Un trabajo similar al efectuado en Tampere años atrás ha permitido que este verano se estrenen destinos como la capital de Dinamarca y Rumanía.

Una temporada que comienza en dos semanas, con el cambio de horario en Europa, y que es sorprendente. Tan solo dos años después de que el coronavirus paralizara el tráfico aéreo a nivel mundial La Paloma dispone de un panel de vuelos y destinos mejor que su último gran año, 2019, cuando se batió el récord de pasajeros llegando casi a los seis millones. Como ocurrió el pasado ejercicio, las mayores frecuencias se ofertan en los destinos domésticos de sol y playa, con más conexiones incluso que las que había en 2019. En este sentido Volotea ha echado el resto y doblado su numero de asientos con respecto a hace dos años hasta superar las 520.000 billetes. La nueva ruta con Atenas volará a partir del 27 de mayo los jueves y domingo ofreciendo 12.168 asientos. También hay destinos diferentes como Jerez, Granada o Castellón que repite conexión.

En las rutas internacionales se han recuperado muchas importantes como Estambul, Oporto o Dublín pero otras siguen a la espera como Praga, Lyon, Viena, Edimburgo o Berlín. Vueling es la aerolínea que más ha mirado fuera de las fronteras y en sus 25 destinos programados, ocho de ellos son foráneos. Aumenta la conectividad con Londres, pasando de uno a tres vuelos diario cada jornada, a Copenhague se podrá ir los lunes y los viernes a partir del 17 de junio y a Malta, los miércoles y los sábados, también desde junio.

Otra cosa será la recuperación de los viajeros. El presidente de Bilbao Air prevé que “el tirón vacacional pueda incluso superar las cifras de 2019, aunque en el pasajero internacional será difícil llegar”. Algo parecido a lo que ocurre con el mercado de viajes de negocio. Corres especifica que “es el que está sufriendo una recuperación más lenta” debido a que “la pandemia ha puesto de moda las reuniones a través de videoconferencia, las cuales han venido para quedarse ya que las empresas se han dado cuenta que se reducen muchos costes y tiempos”. Aún así apunta que “la presencialidad mantiene su relevancia en los negocios y con la flexibilización de las restricciones y el menor riesgo de contagio, las empresas empiezan a mover a sus ejecutivos y técnicos en los viajes de negocio”.