Edificios enteros okupados en el centro de ciudades o chalets en urbanizaciones del extrarradio. De todo ha visto José Luis García de Vicuña, presidente de la Unión de Cerrajeros de Seguridad en el ejercicio de su profesión. Los cerrajeros acreditados por UCES tienen un protocolo de actuación claro cuando alguien llama diciendo que se ha dejado las llaves dentro de casa y en ocasiones incluso se presentan con la Policía.

El fenómeno de la okupación de viviendas ¿va en aumento en general? En Euskadi las estadísticas del Ministerio dicen que sí...

-Desgraciadamente, sí. Es algo que vemos a través de las empresas asociadas a UCES [Unión de Cerrajeros de Seguridad] en el día a día y en las estadísticas oficiales. Anualmente estamos hablando de más de 14.000 ocupaciones ilegales de inmuebles que nosotros conozcamos, cuando hace cuatro años eran unas 10.000. Y sí, en el País Vasco también, aunque en menor medida que otras comunidades autónomas como Cataluña o Canarias.

¿Y han comprobado si los propietarios refuerzan la seguridad de sus pisos desde el estallido de la pandemia?

-Afortunadamente, desde hace unos años observamos una mayor concienciación ciudadana en la seguridad doméstica. Cuando se produce un robo en un bloque o una manzana, la gente tiende a elevar su conciencia y llama a nuestros cerrajeros para preguntar por el cambio de cerradura, instalación de cerrojos o como está pasando últimamente, por sistemas electrónicos como las mirillas electrónicas.

¿De qué forma se puede ‘fortificar’ el acceso a una vivienda?

-No es cuestión de fortificar una vivienda, sino de darle minutos a la puerta de nuestra casa. Para un ladrón, tener que hacer ruido para forzar una puerta o utilizar más tiempo del que tiene previsto es el mayor elemento disuasorio. Por eso recomendamos que por poco más de 300 euros podemos instalar un bombillo anti-taladro-bumping-ganzuado y un escudo protector y si instalamos un cerrojo de seguridad adicional, por menos de 500 euros estamos diciéndole a un caco que nuestra puerta le va a costar abrirla más que otras…

¿Se han encontrado con algún caso escandaloso?

-Nos encontramos de todo. Okupas que presentan contratos falsos ante Policía y jueces dejando al propietario indefenso; motines en alguna comunidad de vecinos contra los okupas, y lo que más nos preocupa, que haya abrepuertas, porque me niego a llamar cerrajero a algunos profesionales que se anuncian como cerrajeros, que colaboran abriendo la puerta de inmuebles a okupas que les solicitan sus servicios alegando que se les han quedado las llaves dentro. Los cerrajeros acreditados por UCES tenemos un protocolo de actuación cuando nos llaman diciendo que se han dejado las llaves dentro… Y en muchas ocasiones nos hemos presentado con la Policía al lado.

Y en algún episodio ¿han entendido a la persona o familia que okupa?

-Los cerrajeros de UCES llevamos una década teniendo muy en cuenta la situación de muchos colectivos desfavorecidos: ayudando a las víctimas de violencia de género, cambiando completamente gratis la cerradura a las mujeres que presenten una sentencia judicial; en algún caso hemos salvado alguna vida, como nos han dicho. Hemos cambiado la cerradura a cerca de mil mujeres en todo el Estado en estos diez años. Además, fuimos noticia en la BBC, la RAI o el Wall Street Journal, y los medios nacionales, por negarnos a participar en desahucios hipotecarios a familias con niños en situación de riesgo hace años. Entendemos muchas situaciones de riesgo, pero la propiedad privada, creemos que un valor que no se puede vulnerar.

¿Qué huellas quedan?

-Las bandas especializadas realizan robos con técnicas muy avanzadas que en realidad son propias de cerrajeros, y en muchos casos, no hay ninguna huella aparente en la cerradura, pero una disciplina que empieza a crecer entre los cerrajeros de seguridad es la cerrajería forense. En UCES fuimos pioneros hace años y seguimos siéndolo. Algunos de nuestros asociados tienen esa competencia profesional muy extendida en países como Alemania, donde las compañías de seguros contratan a cerrajeros forenses que demuestran con fotografías tomadas por microscopio cómo la cerradura ha sido abierta por “alguna llave o herramienta” que no es la llave del propietario… así que todos los ladrones dejan huella.

¿Es fácil reventar una cerradura?

-Los cacos ya no roban con la simple patada en la puerta o el uso de palancas. Sí hay robos de ese tipo aún, pero los ladrones están utilizando técnicas que requieren ciertos conocimientos y técnicas propias de cerrajeros, precisamente. Nos preocupa el acceso a través de páginas web sin ningún control de las administraciones de venta de herramientas para cerrajeros, que acaban en manos de ladrones. Nos preocupa eso y que los últimos dos gobiernos de distinto signo político no atiendan nuestras reivindicaciones de un Plan Renove de cerraduras que podría hacer descender el número de robos en casi un 40%.