Es uno de los pocos puentes móviles que se conservan en el mundo pero sus mecanismos, desde su puesta en servicio en 1927, estaban muy afectados por la corrosión. La Diputación ultima la restauración del puente giratorio de DiputaciónOndarroa, que ha sido sometido a un largo proceso para recuperar y replicar, mediante técnicas artesanales, las piezas de acero del plaiko zubixe de la localidad. La estructura y los mecanismos de giro están siendo sometidos a pruebas de funcionamiento y ajuste, previas a su traslado e instalación en Ondarroa, prevista para el próximo mes de julio.

"El puente estará en las próximas semanas en Ondarroa. Ha sido un proceso muy complicado y artesanal al ser una pieza única", destacó el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, en la visita al taller donde se restaura el puente. "Hemos sido absolutamente escrupulosos con las medidas de protección que se nos habían solicitado desde el punto de vista cultural".

La estructura metálica del puente está compuesta por dos partes que giran de forma independiente. Las piezas originales, de acero, presentaban un avanzado estado de deterioro por corrosión, lo que motivó que la pasarela se cerrase en 2016. Tras ser desmontada en 2019, se ha trabajado en un taller especializado de Asturias en las piezas originales que se podían aprovechar y las que no han sido replicadas utilizando técnicas y procedimientos artesanales.

Los trabajos de restauración de la estructura metálica finalizaron en diciembre de 2020 y actualmente la pasarela se está sometiendo a pruebas de funcionamiento. Para ello, se han construido dos bases que reproducen exactamente las de Ondarroa, con su misma posición y distancias; las partes móviles deben encontrarse con precisión milimétrica.

Otro aspecto fundamental en los trabajos de rehabilitación ha sido la actuación sobre las pilas que sustentan la pasarela, que originalmente se asentaban en el lecho arenoso de la ría, un terreno inestable y sometido a las corrientes de agua del Artibai y de las mareas, y que habían quedado desplazadas.

Para devolver las pilas a su geometría y posición original se han fijado mediante micropilotes al lecho de roca, de modo que se eviten nuevos desplazamientos o cabeceamientos, y transmitan las cargas de la pasarela al sustrato rocoso.

Traslado e instalación

Cuando finalicen las pruebas de las piezas móviles, estas se transportarán por carretera hasta Ondarroa, para proceder a su montaje definitivo. Se trata de una operación compleja por las dimensiones y peso de la estructura, ya que se compone de dos piezas de aproximadamente 23 metros de longitud y 14 toneladas de peso cada una.

En la restauración la Diputación ha invertido más de 1,2 millones de euros.