No se trata del clásico videojuego del comecocos, sino de un mural pintado por los alumnos de sexto de Primaria del colegio Iruarteta en Miribilla. Los estudiantes han querido representar el famoso videojuego, solo que esta vez sin Pac-Man y con 15 monstruitos -simbolizando a los alumnos- que tienen por objetivo comerse el covid-19.

La temática ha sido los dos complejos años 2020-2021 y han querido plasmar su creación en una de las paredes del patio de su colegio para expresar lo vivido durante este curso marcado por la pandemia y, asimismo, para dejar una huella de su paso por el centro. El mural no solo representa el virus, sino, como ha expresado una de las pequeñas en la presentación de la obra, “la unión”. Una unión entre los pequeños de Iruarteta durante todos estos años.

En el mural destacan los azules y blancos, aunque también el blanco fluorescente con el objetivo de que se pueda ver de noche. Los estudiantes han realizado diferentes actividades antes de pintar el muro, como envolverse el pie con film transparente y luego pintarlo para que quede la forma marcada. Se trata de un proyecto de intercambio de ideas artísticas bajo un lenguaje inclusivo y expresadas con creatividad y respeto mutuo.

Ana y Ela, del colectivo Visual Art Therapy, son dos artistas que propusieron el taller bajo un enfoque arteterapéutico para que los pequeños trabajaran en la creación de una obra interactiva, cada miércoles, durante los meses de abril y mayo.“Nos interesa mucho que los niños se expresen artísticamente y de manera más libre”, ha asegurado Ela.

Durante estos meses han realizado un trabajo grupal y han investigado entre todos, pero también han experimentado.“Es necesario tener espacios así donde no sea todo una relación entre profesores y alumnos, sino que haya un espacio de colaboración y experimentacion”, ha explicado, por su parte, Ana.

UN RASTRO PERMANENTE

Desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) han explicado que conocieron este proyecto en octubre de la mano de la Asociación vecinal de Zabala. La asociación de vecinos les llamó diciendo que querían llevar a cabo una iniciativa y les pareció interesante. “Pensamos que hacerlo en la escuela era muy atractivo. Al principio iba a contar con la financiación del Ayuntamiento de Bilbao, pero la institución no lo consideró adecuado en estos tiempos de pandemia”, han confesado. Al no recibir financiación creían que el proyecto “no se llevaría a cabo” y decidieron ayudar económicamente.

Se hicieron dos grupos: en ambos los alumnos trabajaron con las dos profesionales. Por una parte se creó el grupo de sexto de Primaria para la preparación del mural. “Pensamos que como no iban a tener fiestas este año, podrían tener al menos la oportunidad de disfrutar de algo especial”, han apuntado desde el AMPA.

Y, posteriormente, se creó otro grupo en el que los niños más pequeños también tomaron parte. Los alumnos han aprendido diferentes técnicas de pintura y otras disciplinas. Aunque han tenido algunos inconvenientes, la directora de Iruarteta, Begoña García, ha manifestado su gratitud hacia los pequeños:“Habéis dejado un rastro permanente muy bonito en el centro y esperamos que Iruarteta también haya dejado un rastro bonito en vuestros corazones”.