Con máximas que han llegado a los 26 grados, una jornada primaveral en la que, según la previsión meteorológica, se esperaban cielos despejados, y unas ganas irresistibles de pisar playa, cualquiera diría que los vizcainos no se resistiríanhoy a pisar los arenales en masa. Sin embargo, ya sea por las restricciones de movilidad, el cierre perimetral de los bilbainos, las mascarillas ahogando el aire puro o por el temor a posibles sanciones, en los arenales vizcainos no se han visto nada parecido a las aglomeraciones.

Los arenales de Plentzia y Gorliz, Sopela, La Arena, Ereaga, entre otros, se veían a primera hora de esta mañana muy tranquilos. Personas paseando con sus mascotas, algunos jóvenes practicando deporte, jubilados y jubiladas en la tumbona o paseando los pies por el agua, niños y niñas jugando en la arena y algún bañista enfrentándose a un agua bastante fría eran los protagonistas antes del mediodía. Eso sí, todos bien protegidos con ropa para soportar el persistente y molesto viento del sureste que soplaba en el litoral y un cielo nublado a primera hora, como era el caso en la bahía de Plentzia.

A partir de mediodía más gente se ha ido acercando poco a poco para pasar un rato al sol que iba asomando desarmando las nubes, o simplemente pasear en familia, cada uno a su manera. El paseo de Gorliz y la playa de Astondo se veía concurrido pero con mucho espacio para mantener la distancia de seguridad.

"Se nota que Bilbao está con cierre perimetral", comentaba Javier, uno de los espectadores que disfrutaban de las pruebas físicas de selección para los nuevos socorristas de Bizkaia que que se han disputado hoy en los arenales de Astondo (Gorliz) y Plentzia. "Hay un poco más de gente en la zona de Gorliz y se ve que muchos prefieren el paseo por asfalto, porque el viento es bastante fuerte, pica mucha arena y se hace desagradable caminar por la playa", comentaba este joven.

En Sopela, las terrazas de los bares adyacentes a la playa se iban animando a partir del mediodía, a pesar de que el cielo se empeñó en estar cubierto durante todo el día. Familias y parejas caminaban por la arena bien abrigados para combatir el desagradable envite del viento, que consiguió que el aspecto de este arenal no tuviera nada que ver con el del fin de semana pasado.

"Nada que ver", confirmaba Olga, vecina de Sopela. "El fin de semana pasado vino bastante más gente que hoy . Además, se nota mucho que la gente de Bilbao no puede acercarse hasta aquí y, aunque hace bastante calor, el viento resulta muy incómodo".

Las temperaturas se mantendrán hoy en 24,3 grados de máxima, algo más bajas que ayer y con intervalos nubosos. El viento del sureste persistirá con rachas fuertes puntuales y podría llover un poco al final del día.