La Diputación de Bizkaia mantendrá la residencia de Unbe como unidad especializada para enfermos de covid-19 pese a la drástica disminución de casos en las residencias vizcainas. Precisamente este descenso -actualmente los centros están libres de casos- ha permitido que Birjinetxe haya podido recuperar su actividad como espacio para personas que necesitan un apoyo para su convalecencia, por ejemplo, tras una operación quirúrgica.

Así lo ha anunciado esta mañana el diputado de Acción Social, Sergio Murillo, quien ha destacado el papel “clave” que han jugado estas dos unidades especializadas, a las que se sumó posteriormente la Casa del Mar de Santurtzi, como centros de alivio para la red de residencias del territorio, “acogiendo a residentes con covid positivo y mayor complejidad clínica o dificultades en el aislamiento”, así como personas que no podían cumplir la cuarentena en su domicilio tras el alta hospitalaria.

Sin embargo, en las últimas semanas se han registrado una “drástica caída de ingresos” tanto en Unbe como en Birjinetxe, como consecuencia de la campaña de vacunación. Así, se ha pasado de una ocupación de 110 personas, el 87% de las plazas, el 15 de enero, a 16, el 12%, un mes después, solo 5 de ellas usuarios de los centros residenciales. “La vacunación comenzaba ya a tener sus esperados efectos; las personas infectadas no sufrían las peores consecuencia del virus”, ha destacado Murillo.

"PRUDENCIA"

Por ese motivo, y junto al departamento de Salud del Gobierno vasco, se ha tomado la decisión de mantener Unbe para poder dar una respuesta a las posibles necesidades que puedan seguir surgiendo en un escenario aún de pandemia. “Lo prudente es seguir disponiendo de algunas plazas sociosanitarias para personas positivas, especialmente para personas frágiles provenientes de hospitales, a la vista de que la presión hospitalaria a día de hoy continúan siendo alta y que pueda servir también cualquier positivo en las residencias”, ha explica el diputado foral.

La residencia de Unbe mantendrá de esta forma 26 plazas actuales, que pueden ampliarse hasta las 56, como reserva para estos casos en principio hasta el mes de junio.

Por su parte, Birjinetxe ha podido recuperar ya su actividad como centro sociosanitario desde que 22 de febrero se diera el último alta. Tras realizar una desinfección integral del centro, 17 personas han ingresado a lo largo de esta semana y se espera que hoy lo hagan otras cuatro. Se trata de personas, en el 95% de los casos, en fase de recuperación o convalecencia de una enfermedad, que no pueden llevarlo a cabo de forma adecuada en su domicilio; aquellas que necesitan cuidados al final de la vida, o con enfermedades infectocontagiosas, “que si abandonan el tratamiento supondrían un problema de salud pública”.

El espacio sociosanitario, que cuenta actualmente con 60 plazas, ampliará las mismas hasta el centenar en verano, sumándose así a las 27 que tienen, cada una de ellas, las de Orue y Aspaldiko.

924 PERSONAS ATENDIDAS

Durante los últimos 11 meses, la unidad especializada de Birjinetxe ha atendido a 924 personas, con una media de edad de 79,6 años y una estancia que ha rondado los 19 días como promedio. El 69,9% de ellas provenían de residencias de mayores, recuperándose del covid el 84,3%. “Toda la red de centros residenciales de Bizkaia, y la población en general, se ha beneficiado de esta respuesta; lo que ha habido allí ha sido mucha dedicación y mucha profesionalidad”, ha destacado Murillo.