Un par de cientos de personas volvieron a salir el sábado a la calle en Balmaseda, por segundo día consecutivo, para dejar patente su hartazgo ante los repetidos incidentes atribuidos a varios miembros de una misma familia. El Ayuntamiento pidió a los vecinos que denuncien los actos incívicos e inició los trámites para que la familia abandone la vivienda, que ha sido ocupada.

Concentrados frente a la vivienda que han ocupado tras haber tenido que abandonar la vecina localidad de Zalla por circunstancias similares, la multitud profirió gritos en contra del citado grupo familiar.

Ante la posibilidad de que la concentración derivara en altercados, varias patrullas de la Ertzaintza y de la Policía Local tuvieron que permanecer en las inmediaciones de la vivienda. La tarde-noche discurrió sin incidentes, aunque horas más tarde una patrulla tuvo que identificar a un integrante de esa familia al encontrarse en la calle contraviniendo el toque de queda.

Un día antes, el viernes, varios miembros de la familia tuvieron que ser escoltados hasta el barrio donde residen después de que un numeroso grupo de personas se plantara (lanzando piedras y huevos) para exhibir su malestar.

Al parecer, las autoridades locales trabajan ya para tratar de buscar una solución a este episodio que está tensionando el día a día de la villa encartada. Por eso insisten en pedir calma a la ciudadanía, pese a comprender el "hartazgo y preocupación" de los vecinos. "Es legítimo que cuando la gente está preocupada y enfadada por hechos de incivismo y amenazas que pueden resultar muy molestos", reconoció ayer el alcalde de la localidad, Aitor Larrinaga, quien sin embargo pidió a los vecinos que denuncien los hechos para recuperar la paz en la villa. "La Ertzaintza y la Policía Municipal llevan meses trabajando en este problema de convivencia; hay que dejarles trabajar y ayudarles", señaló Larrinaga.

En un comunicado, los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento lanzaron un mensaje a los vecinos para que denuncien cualquier hecho del que sean testigos o víctimas. "La mejor manera que tiene la ciudadanía de afrontar esta situación es colaborar con la Policía Municipal y la Ertzaintza denunciando cualquier vulneración de sus derechos o de quiebra de la convivencia", explicaron. "Tenemos el convencimiento de que esa colaboración y denuncia, junto con el trabajo de instituciones y judicatura, es el camino para recuperar la senda del civismo y la convivencia que siempre ha caracterizado esta villa, frente a quienes traten de quebrantarla con un comportamiento incívico", trasladaron CLI, PNV, EH Bildu y PSE.

Larrinaga reconoció que en los últimos meses se han interpuesto varias denuncias relacionados con problemas de convivencia con esta familia, como amenazas o robos, "pero sabemos que ha habido más casos. Hay que denunciarlos para que las autoridades tomen nota, se vayan acumulando y se puedan ejercitar en el juzgado".

Al mismo tiempo, desde el Ayuntamiento iniciaron los trámites para que la familia abandone el piso ocupado. "Pertenece a una entidad financiera y hemos instado a la propiedad a que denuncie la ocupación y se inicien los trámites judiciales oportunos", explicó.